Cómo hizo Greenpeace para instalar las banderas de protesta en La Rural

El Gobierno denunció a la organización ecologista por presunta "intimidación pública".

A medida que pasan los días, se van conociendo algunos de detalles de cómo hizo la organización Greenpeace para montar los carteles con los que protestó contra la deforestación durante el discurso del titular de La Rural, Daniel Pelegrina.

El Gobierno denunció a la organización ecologista y este lunes la jueza federal María Eugenia Capuchetti ordenó medidas de prueba al respecto.

La denuncia fue presentada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por supuesta "intimidación pública", luego de que Greenpeace desplegase dos carteles de protesta en el palco oficial durante la inauguración oficial de la Exposición Rural de Palermo, el sábado último.

Según informaron fuentes judiciales, la magistrada -de turno durante el fin de semana- recibió la denuncia y ordenó pruebas vinculadas a la forma en que los ecologistas pudieron acceder al palco sin ser advertidos para preparar el mecanismo activado remotamente durante el acto al que asistió el presidente Mauricio Macri.

Hasta ahora, se sabe que los activistas colgaron los dispositivos el 26 de julio, dos días después de la apertura a la muestra. Infiltrados como personal de mantenimiento, fingieron trabajar en el sector de estufas.

Después de Pelegrina, fue el turno del discurso del presidente Macri. Detrás de él aún se pueden ver los dispositivos desde los cuales se desplegaron los carteles. Crédito: Erica Canepa/Bloomberg.
Después de Pelegrina, fue el turno del discurso del presidente Macri. Detrás de él aún se pueden ver los dispositivos desde los cuales se desplegaron los carteles. Crédito: Erica Canepa/Bloomberg.

Sin embargo, según un grupo de socios de La Rural que verificaron las filmaciones de seguridad, por el momento no es posible identificar a los activistas porque las cámaras no estaban apuntando al palco en el momento en que colgaron los carteles.

Según dijeron fuentes de Greenpeace, la protesta "no fue improvisada" y es parte de una campaña en contra de la deforestación en el norte del país, la cual es consecuencia de la expansión de la ganadería intensiva.

Días antes, unos cuarenta activistas veganos irrumpieron en el predio central de la exposición para manifestarse en contra del maltrato animal y fueron violentamente desalojados por algunos  expositores de La Rural.