Tragedia de LAPA: "Hicieron mal el ADN y tuvimos que intercambiar los cadáveres"

Miguel Correa, hijo de una de las víctimas, dio detalles del trabajo del cuerpo médico forense.

La tragedia de LAPA. (Facebook)
La tragedia de LAPA. (Facebook)

Pasar del drama personal la judicial es un paso involuntario pero necesario cuando la Justicia no brinda respuestas a la altura de las circunstancias. Eso se evidencia en la tragedia del vuelo 3142 de LAPA, en el que 65 personas perdieron su vida y por la que no hay ningún responsable preso. Pero hay un agravante que los familiares de las víctimas no olvidan: tener que intercambiar los cadáveres para confirmar las identidades de quienes iban a bordo.

El vuelo 3142 de LAPA. (Facebook).
El vuelo 3142 de LAPA. (Facebook).

Hace 20 años, Miguel Correa (46) perdió a su papá Miguel Correa a pocos metros del Aeroparque Jorge Newbery, en un hecho que impactó al país entero y que no tiene detenidos. Incluso, La Corte Suprema determinó en 2014 que la causa prescribió.

Ese 31 de agosto de 1999 Miguel padre había viajado a Buenos Aires por trabajo, por lo que luego debía regresar a su Córdoba natal. El llamado de su hermana lo puso al tanto de lo que había pasado.

Miguel Correa, hijo de una de las víctimas. (Facebook)
Miguel Correa, hijo de una de las víctimas. (Facebook)

"Me enteré por mi hermana. Me dijo que supuestamente en ese vuelo tenía que venir mi papá. Tuvimos que ir al aeropuerto donde estaban todos los familiares, en el aeropuerto no había nadie de la empresa, ni siquiera sabían quienes eran los pasajeros. Además, había gente que faltaba en los listados", relata Correa en diálogo con Vía País.

Desde la Asociación Civil de Víctimas Aéreas, de la que forma parte y que se creó pocos días después de la tragedia de 1999, había hecho planteos varios en relación al sistema de aviación pero la Justicia desestimó esas consideraciones.

"Lo que dejó la tragedia es que los responsables, acusados e imputados querían echarle la culpa al piloto y copiloto para achicar todo. Quedó probado que había una pésima estructura de seguridad, era una modalidad de una empresa que no respetaba la licencia de los pilotos", dice.

"Duró dos años el juicio oral y público, quedó como uno de los más largos en la historia judicial argentina", comenta.

Y agrega: "El antecedente que deja la Argentina es que cualquiera puede venir a poner una empresa de aviación comercial y matar a sus pasajeros, total nunca va a ir preso; ese es el mensaje que da la Justicia no solo en el caso LAPA sino también en las tragedias de Austral y Sol".

Pero hay un detalle que por la mente de Correa no pasa desapercibido. Recuerda que el cuerpo médico forense realizó las pruebas de ADN por placas dentales. Esa decisión llevó a una situación terrible para 13 de las familias: tuvieron que intercambiar los cadáveres por errores en las autopsias.

"Fue muy grave y terminó derivando en un juicio en el que se determinó negligencia por parte de la Justicia. Empezaron a sacarle ADN tras la sepultura para ser cotejados nuevamente, porque había restos en Buenos Aires que no coincidían. Eso significa que algunos fueron sepultados con otro nombre", explica.

Por último, Correa reflexiona y comparte un deseo para que no se vuelva a repetir una tragedia de tal magnitud: "Me gustaría que nunca se relajen los controles, que se priorice la vida de las personas por sobre las empresas".