El cepo cambiario impactará en sectores sensibles y alargará la recesión

Si bien la medida es hasta diciembre, en el mercado ya descuentan que el nuevo Gobierno lo extenderá.

EFE/David Fernández
EFE/David Fernández

La economía viene en caída desde hace un año y medio, con una ventana entre mayo y julio, y ahora se enfrenta a la posibilidad de una recesión más profunda y duradera por el impacto de un cepo cambiario muy restrictivo.

"Tenemos claro que este tipo de medidas no son gratuitas para la economía, dificultan el funcionamiento", dijo este lunes el presidente del Banco Central, Guido Sandleris. Pero aclaró que esta decisión era necesaria "para proteger las reservas y para permitirle al nuevo gobierno contar con más grados de libertad para implementar sus políticas".

REUTERS/Ricardo Moraes
REUTERS/Ricardo Moraes

Un rato después, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, afirmó en la Casa Rosada: "Este es un esquema de cambio para la transición, y no permanente". Y vaticinó que la "inflación de octubre va a ser menor que la de septiembre".

Si bien en el gobierno de Mauricio Macri ven al cepo como pasajero hasta diciembre, en el mercado financiero descuentan que no será así y que la nueva gestión lo prolongará. Hay una chance ínfima –dicen– de que lo puedan hacer más laxo para propiciar la llegada de inversiones y para que no rebote en la actividad.

En los hechos, el modelo económico ya comenzó a virar: un cepo cambiario casi total fue un pedido expreso del presidente electo, Alberto Fernández, y de su vice, Cristina Kirchner, al Gobierno para no llegar a diciembre sin reservas. Lo solicitaron antes de las elecciones, pero la Casa Rosada esperó porque eso hubiera sacado a Juntos por el Cambio de competencia.

Otra señal de viraje se conoció anoche. El Banco Central decidió que las entidades financieras ya no podrán integrar los encajes con Leliq y Nobac, dos herramientas utilizadas hasta ahora para secar la plaza de pesos. Es decir, es el inicio de una expansión monetaria que podría servir para reactivar el mercado interno en el corto plazo, pero sumando presión a la inflación para el año que viene.

Por lo pronto, en el Gobierno no descartan que puedan bajar algunos precios por el descenso del dólar, después de que grandes proveedores de alimentos y de bebidas remarcaron hasta un 12% la semana pasada. La mirada del mercado, no obstante, ya está puesta en lo que ocurrirá a partir del 10 de diciembre.

El Citi Group estadounidense envió este lunes un análisis a sus clientes que no expresa dudas: Fernández pondrá en marcha un plan de expansión fiscal y monetaria como carta para impulsar la economía, como lo hizo el cristinismo entre 2008 y 2015. "Hará eso porque es consistente con el punto de vista de Cristina y tratará de lograr algo de crecimiento para construir capital político. Esta es una riesgosa estrategia: repetirá al kirchnerismo, pero esta vez sin reservas en el Banco Central", analizó.

Impacto del cepo

Uno de los principales sectores que verá caer su actividad será el inmobiliario, que ya viene en franca depresión por el impacto de la devaluación del peso frente al dólar y por la extinción del crédito hipotecario por las altas tasas de interés. También se plantean desafíos para el 40% de las pymes industriales que usan insumos importados.

Desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), plantearon a Vía País su preocupación por las dificultades que podría haber para conseguir drogas importadas.

Así, el cepo cambiario vino a frenar la sangría de reservas internacionales, después de una caída de 22.907 millones de dólares desde el 9 de agosto, pero con un impacto directo en la economía real y en la vida cotidiana de los argentinos. Además, dificultará la llegada de inversiones. Nadie invierte en un país del que no se puede ir.

Visión de economistas

Carlos Melconian, expresidente del Banco Nación, consideró este lunes que el "cepo vino para quedarse". Y señaló: "Altos niveles de libertad son grandiosos, pero para países que ya se desarrollaron". No obstante, ante empresarios, dijo que el nuevo cepo es muy fuerte y habría margen para hacerlo más flexible en el futuro.

Gabriel Zelpo, economista de la consultora Seido, analizó que en cualquier economía, cuando más beneficios tienen los controles de capitales en el corto plazo, como frenar la caída de reservas, más costos traen en el largo: pérdida de confianza a futuro y disminución de la entrada de dólares.