Villa Gesell: Thomsen y Ciro Pertossi se negaron a declarar, pero cuestionaron a la fiscal del caso

Las indagatorias se demoraron porque los rugbiers pidieron la presencia del juez.

Los rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa llegan a la fiscalía de Villa Gesell para ser indagados por Verónica Zamboni.  (Clarín)
Los rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa llegan a la fiscalía de Villa Gesell para ser indagados por Verónica Zamboni. (Clarín)

Los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa tienen este miércoles la posibilidad de declarar en el marco de la causa, cuando la fiscal Verónica Zamboni vuelva a indagarlos y les impute a todos la coautoría y el doble agravante de la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, así como las lesiones sufridas por los amigos de la víctima.

​Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, los primeros en ser llamados a indagatoria, se negaron a declarar formalmente ante la fiscal, aunque le hicieron cuestionamientos respecto a la instrucción y a la anterior indagatoria del 19 de enero pasado, al día siguiente de ser detenidos.

Las nuevas indagatorias a los rugbiers se demoraron cuatro horas en comenzar, luego de que su abogado exigiera la presencia del juez de Garantías de la causa, David Mancinelli.

Thomsen, tras mantener su entrevista previa con su defensor, Hugo Tomei, solicitó para su "tranquilidad" en el desarrollo de la audiencia, que esté presente Mancinelli.

Por ello, desde la fiscalía se convocó por escrito al magistrado, que alrededor de las 12 -cuatro horas después del horario pautado por la fiscal para el inicio de las indagatorias-, arribó para poder dar comienzo a las audiencias.

Los acusados transitaron nuevamente bajo un estricto operativo de seguridad el camino entre la Alcaidía de la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores hasta la ciudad de Villa Gesell, donde Zamboni volverá a tenerlos frente a frente y les dará una nueva oportunidad de ejercer su derecho de defensa.

El abogado Tomei no dio precisiones acerca de si los acusados prestarán declaración o si optarán por no hacerlo, como ocurrió en la primera oportunidad, al día siguiente del crimen de Fernando.

Tomei pidió que las indagatorias fueran suspendidas, lo que fue rechazado, e insistió por otra parte en sus cuestionamientos a la actuación de Zamboni y decidió no asistir a una audiencia de recusación de la fiscal, convocada por el juez Mancinelli.

Verónica Zamboni. (web)
Verónica Zamboni. (web)

En el llamado a indagatoria de este miércoles, la fiscal expondrá los elementos por los que decidió modificar su imputación, en la que considera que los ocho detenidos son coautores del homicidio, pese a que inicialmente, solo Máximo Thomsen y Ciro Pertossi figuraban con esa calificación.

Para Zamboni, existen pruebas para incluir bajo la coautoría del "homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" a Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Matías Benicelli, Lucas Pertossi, Enzo Comelli y Blas Cinalli.

Los únicos que seguirán acusados como "partícipes necesarios" serán Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, que recuperaron la libertad el pasado lunes 10 de febrero por "falta de méritos" y está previsto que sean indagados el jueves próximo.

Juan Guarino y Alejo Milanesi. (Clarín)
Juan Guarino y Alejo Milanesi. (Clarín)

Además, los diez amigos serán imputados en el mismo grado por el delito de "lesiones leves", por los golpes sufridos por cinco amigos de Fernando, que intentaron ayudarlo durante el ataque frente al boliche Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell.

Pedido de recusación

La audiencia prevista para este martes en la que debía tratarse la recusación de la fiscal Zamboni debió ser suspendida porque la defensa no se presentó.

La recusación había sido planteada por Tomei, quien días atrás denunció además penalmente a Zamboni, pero a último momento el letrado señaló que no había tenido tiempo suficiente para preparar el tema.

Por ese motivo, será el juez Mancinelli quien deberá resolver el planteo, probablemente por escrito, y tiene un plazo de cinco días para hacerlo.