El Procurador rechazó el pedido de Cristina Kirchner a la Corte para dar aval a sesiones virtuales

Eduardo Casal dictaminó que no es competencia del máximo tribunal dirimir la solicitud de la vicepresidenta.

Eduardo Casal. (Federico López Claro)
Eduardo Casal. (Federico López Claro)

El procurador interino Eduardo Casal dictaminó que no es competencia de la Corte Suprema de Justicia dirimir el pedido de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para dar "validez legal" a eventuales sesiones remotas del Congreso en medio de la pandemia de coronavirus.

Si bien no es vinculante, la opinión del Procurador implica un enfoque jurídico que la Corte puede adoptar o no en su decisión final, que se espera para los próximos días.

"En virtud de lo expuesto, dada la índole taxativa de la competencia prevista en el artículo 117 de la Constitución Nacional y su imposibilidad de ser extendida, por persona o poder alguno, según el criterio adoptado por el Tribunal en el precedente reiterado en 'Sojo', entre muchos otros, opino que la cuestión planteada, aún en el marco de un proceso judicial, resultaría ajena a la competencia originaria de la Corte", señaló Casal en la sección resolutiva del dictamen de 17 páginas.

En su dictamen, el Procurador -que asumió el cargo luego de la renuncia de Alejandra Gils Carbó- citó el artículo 117 que señala que la Corte Suprema "ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente".

El bloque de senadores del Frente de Todos pidió a la Corte Suprema de Justicia que haga lugar al pedido de declaración de certeza que formuló la vicepresidenta de la Nación.

En representación del jefe del bloque de senadores del FDT, José Mayans, y de la vicepresidenta de la bancada, Anabel Fernández Sagasti, los abogados Eduardo Wesselhoefft y Jorge Landau formularon esta mañana el pedido ante el máximo tribunal, con el objetivo de que "se despeje el estado de incertidumbre respecto a la validez de sesionar mediante medios virtuales o remotos".

En el escrito, al que accedió Télam, los senadores señalan la imposibilidad de sesionar de manera presencial en un contexto en que Argentina y el mundo "se encuentran ante una situación excepcionalísima, que altera absolutamente el normal funcionamiento de las instituciones".

Por esa razón, consideran que "resulta indudable" la existencia de "una situación de extrema gravedad institucional", algo que había sido cuestionado por senadores de la oposición que consideraron que lo que dificulta que el Congreso funcione es la emergencia sanitaria.

Desde el Frente de Todos afirmaron que es "imperiosa e impostergable la necesidad de que el Congreso pueda sesionar" pero remarcan que "no resulta posible" hacerlo "de manera presencial" por los riesgos que implica en medio de la pandemia.

"Debemos encausar el debate parlamentario sin que ello implique que las decisiones que los legisladores pudiéramos tomar nazcan amenazadas de ser anuladas en virtud de ulteriores presentaciones judiciales, que cuestionaran el método de reunión elegido", subrayaron.

El pedido de una declaración de certeza formulado por la vicepresidenta el miércoles pasado motivó el rechazo de la bancada de Cambiemos, que consideró que la cuestión podía resolverse "mediante un acuerdo político" en el propio Congreso.

En el documento entregado hoy a la Corte, los senadores se sumaron al pedido de Cristina Kirchner, con el argumento de que un importante número de senadores se encuentra en sus provincias y que "una hipotética sesión presencial implicaría el traslado a Buenos Aires, quebrantando las premisas básicas del distanciamiento social obligatorio".

Añaden también que "muchos senadores pertenecen a grupos de riesgo, por lo que, en el hipotético caso de que se realizara una sesión presencial, advierten podría estar plagada de ausencias, lo que alteraría las representaciones políticas".

"También se debe considerar que una eventual sesión presencial, implicaría el riesgo de que, luego de realizada la misma, los legisladores vuelvan a sus provincias transformados en involuntarios propagadores del virus en sus jurisdicciones", indicaron.

Mayans explicó, a modo de ejemplo, que representa a la provincia de Formosa, donde por el momento no hay casos de Covid-19 y que en caso de que participara en una sesión en la ciudad de Buenos Aires, al retornar a su provincia, se transformaría en "un riesgo para la salud pública local".

Por ese motivo, los senadores consideraron que "el acceso remoto o virtual, por medio de una plataforma que garantice las adecuadas medidas de seguridad y posibilite la identificación, la plena participación y la transparencia de las votaciones" de los legisladores, "es el método por medio del cual se puede asegurar el funcionamiento del Senado en estos días".