Caso Astudillo Castro: un perro adiestrado detectó "olor a Facundo" en un patrullero de la Policía Local

El móvil peritado fue visto por testigos en la zona donde se halló el cuerpo del joven.

El patrullero secuestrado en el marco de la causa de Facundo Astudillo Castro.
El patrullero secuestrado en el marco de la causa de Facundo Astudillo Castro.

La autopsia realizada a los restos óseos encontrados en un cangrejal de Villarino, provincia de Buenos Aires, confirmó lo que Cristina Castro presentía: era el cuerpo de su hijo, Facundo Astudillo Castro, quien estaba desaparecido desde el 30 de abril.

Sin embargo, esa confirmación es sólo el inicio de un camino a recorrer que permita saber qué le pasó al joven y así encontrar a los responsables.

Una de las pistas con las que cuentan los investigadores son los patrulleros que fueron vistos por testigos en la zona donde se encontró el cuerpo del joven. Uno de estos vehículos, un Toyota Etios dominio OMP782, fue secuestrado la semana pasada.

La autopsia se realizó en la ex ESMA. (Clarín)
La autopsia se realizó en la ex ESMA. (Clarín)

Según la georreferenciación del patrullero, el 8 de mayo se detuvo durante 35 minutos a unos 800 metros de Cola de Ballena, donde un grupo de pescadores divisó el cuerpo esqueletizado de Facundo siete días más tarde.

Yatel, el perro del adiestrador Marcos Herrero, participó el miércoles de la pericia que se realizó frente a la sede de la Policia Federal bahiense al móvil 20610 de la Policía Local. Luego de realizar una toma de olor de un par de medias de Facundo, el animal comenzó a inspeccionar el auto.

Facundo Astudillo Castro. (Foto: Twitter/Cristin96056904)
Facundo Astudillo Castro. (Foto: Twitter/Cristin96056904)

Según Herrero, el can "realizó una marcación muy determinante" respecto de una eventual presencia de Facundo en ese vehículo. Según consignó Clarín, el perro inspeccionó tanto la parte delantera como trasera del habitáculo, la que rascó hasta romperla. "Cuando pasó al baúl, volvió a marcar la parte de atrás del mismo asiento. Allí enloqueció y por transportación del olor, volvió a adelante, siempre marcando", comentó el adiestrador.

"Inspeccionó los dos habitáculos, primero el de adelante, donde hizo una marcación y enseguida se pasó al asiento de atrás. Literalmente casi lo destruyó, rascándolo y mordiéndolo. Luego se abrió el baúl y cuando entró se dirigió a la parte de atrás del mismo asiento. Después se enloqueció mucho y volvió, por transportación del olor, al asiento de adelante y siguió marcando", agregó.

"Como perito de parte y como guía del perro yo identifico que, más allá de que haya o no manchas de sangre u otro material genético de Facundo, el perro identificó olor a Facundo en ese vehículo", concluyó Herrero.