La historia de Tarzán, el perro que se ganó el cariño de todo un pueblo

El can era el invitado especial de todas las bodas y nunca se perdió ningún funeral.

Perro (Foto: web)
Perro (Foto: web)

Tarzán es considerado como "el perro del pueblo" en Aspe, España. Nunca se perdió una boda o un funeral, era un animal muy querido por todos, especialmente por los niños.

El perro fue encontrado hace 60 años por unos niños que jugaban en el cauce del río Tarafa, en la provincia de Alicante. Su emotiva historia se hizo viral después de que un periodista llamado Carlos Torres compartiera a través de su cuenta de Twitter unas emotivas palabras hacia el can: "si hubiese nacido en Japón y se llamara Hachiko, tendría una película protagonizada por Richard Gere".

Ahora que ha pasado más de medio siglo de la peculiar historia de Tarzán, se sabe que la llegada del animal al pueblo fue muy inesperada. Fue encontrado por un grupo de niños siendo un cachorro entre los cuerpos de todos sus hermanos, quienes habían fallecido y habían sido abandonados.

Los niños trataron de llevarlo a sus casa, sin embargo sus padres no lo aceptaron. Los menores tuvieron que dejarlo en un árbol de la Plaza Mayor, junto a la basílica del pueblo. Así fue que el can fue ganando el cariño de todos los habitantes del lugar, quienes terminaron nombrándolo como "Tarzán", ya que era la última película que habían visto en el pueblo.

Los niños fueron los primeros que cuidaron de Tarzán. (Twitter/carlosaspe)
Los niños fueron los primeros que cuidaron de Tarzán. (Twitter/carlosaspe)

Todos se encargaron de su alimentación y de su cuidado. Fue así como Tarzán se volvió el invitado de honor en ocasiones importantes, tanto en bodas como en funerales: "No había boda, comunión o bautizo que no contara con la presencia del perrete", menciona el periodista.

Tarzán nunca se perdió una boda. (Twitter/carlosaspe)
Tarzán nunca se perdió una boda. (Twitter/carlosaspe)

Luego de muchos años el perro desapareció y por más que todos se juntaron para buscarlo, nadie lo encontró. Por esa razón, el tenor Alfredo Kraus, cautivado por la historia, pidió al alcalde que se construyera una estatua en honor al can y así se hizo.