Peter Lanzani: "Ni mamado me creo que pueda ser como Darín o Francella"

Cierra su año de la consolidación, en el que la rompió en cine, tele y teatro. "No hay que aflojar. (De La Razón)

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Por Javier Firpo

Si fuera futbolista, Peter Lanzani sería de esos mediocampistas aguerridos, que no paran de correr y meter pierna fuerte, leales pero a cara de perro, y de los que, positivamente, taladran la cabeza del compañero.

Y sería, también, de los que se quedan a practicar después del entrenamiento.

Es un apasionado Peter… pero de la actuación. "Yo quería esto", repite con autoridad. Y "esto" es como jugar en la "champion league" -siguiendo el paralelismo-, porque después de sorprender en "El clan", Lanzani la pegó en "La leona", la rompió en "Un gallo para Esculapio", ya filmó la película sobre la vida de Robledo Puch y termina 2017 con tres películas ("Sólo se vive una vez", "Hipersomnia" y "Los últimos") y una obra de teatro ("El emperador Gynt") estrenadas. "Si no lo doy todo ahora, ¿cuándo?", se pregunta el actor de 27 años. "Me costó un huevo estar acá... Aunque no sé bien qué significa 'acá', pero entiendo que ahora que llegué no voy a aflojar", larga convencido.

Será difícil de repetir un año como éste…¿Cómo imaginás 2018?

Las comparaciones nunca son buenas, menos en el terreno laboral. Pero tengo varias cosas abrochadas.

Vuelvo al San Martín con “El emperador…”, parece que se viene la segunda temporada de “Un gallo…” y se estrena “El ángel”, la peli de Robledo Puch que hizo Luis Ortega.

¿Cómo se explica esta abundancia?

Yo no le encuentro explicación. Se da… o no se da, como me pasó muchas veces, cuando no pasaba nada.

Algo debés intuir...

Las explicaciones habría que encontrarlas en el esfuerzo y en estar preparado y agazapado por si el técnico te dice: “Pibe, entrá” –parodia-.

Pero yo que laburé desde chico con Cris Morena, aprendí que no hay fórmulas mágicas.

¿Entonces?

Hay que madrugar, arremangarse, escuchar a los que más saben y comerte horas de ensayos y grabaciones.

Y algo de suerte es clave, claro.

Peter derrocha entusiasmo y locuacidad, y lo evidencia en su manera ampulosa de expresarse. Cuenta que está en una etapa “de esponja”, de absorberlo todo. “Yo siempre fui de hacer, pero ahora tengo más visibilidad. ¿Sabés las veces que reboté? Y seguí para adelante. Ahora es como que soy más aceptado, este fue un año con un ritmo imparable, pero no porque sea un fenómeno sino porque un laburo llama al otro y así se arma la cadena”, reflexiona.

¿Qué virtud te adjudicarías?

Me reconocería un tipo con una personalidad inquieta ilimitada. Eso me hace ser un actor más mandado, curioso, medio insoportable también, porque de todo quiero saber el porqué.

Me quedo después de hora hablando con técnicos y guionistas y eso me ayuda a crecer.

¿Te sorprende estar tan arriba?

Tengo que ser sincero: yo no esperaba que se diera todo junto.

Así vas en camino a ser el nuevo Francella o Darín...

¿¡Qué!? Ni mamado... Ni por un minuto me creo Darín ni Francella, que son inalcanzables para mí.

Pero empezaste a creer más en vos…

Uno toma confianza. Pero siempre con el esfuerzo y la predisposición como piedras basales.

¿Cómo administrás semejante revuelo interno?

Con simpleza. No soy más que esto que ves y por suerte, porque quiero puntualizarlo, tengo una postura de aprendizaje, no de sabérmelas todas, lo que sería un error gravísimo.

Pero en tu oficio abundan ejemplares que con un poco de fama ya se creen intocables…

En tu oficio también -replica-. Yo lo que tengo claro es que es la vida la que me enseña a ser mejor actor.

Cuanto más perceptivo y sensible esté a la realidad que me rodea, mejor trabajo haré en la ficción.

¿Cómo es esto de salir de un personaje y meterte en otro?

Es lo que más me gusta, porque soy un obsesivo y un rompepelotas que estudia todo: cómo es el personaje, los guiones, busco dónde puede estar la dificultad, me encanta eso...

¿Qué porcentaje le das a Cris Morena en tu forma de ser y actuar?

Cris fue esencial, porque ella te inocula una formación que se basa en la disciplina, la rigurosidad y el aprendizaje. También te propone abrir el juego, no depositar todos los huevos en una misma canasta y mantenerte con hambre siempre.

Te está yendo bien ahora, pero atravesaste una época de más inestabilidad… ¿Cómo te llevás con las frustraciones?

Aprendí a llevarme bien, me hice amigo de la frustración, no tuve opción. Hay que tenerla de cómplice, porque ella está siempre sobrevolando. A veces te agarra mal parado y te deprimís, y otras estás más arraigado y te la bancás estoico.

Hablando de bancársela. ¿Cómo hiciste con esos romances tan populares y mediáticos como Lali Espósito (2006-2009) y Tini Stoessel (2013-2015)?

Fueron noviazgos, no romances y no fueron con mediáticas -aclara-. Nosotros empezamos bien de abajo y no hicimos nada para hacer mediáticos los vínculos. Sucedieron. Fueron dos parejas fuertes, sólidas relaciones, hermosas y con mujeres del medio, entonces el impacto mediático fue grande.

Pero nunca me oculté, porque mientras estuve con Lali, primero, y con Tini, después, armé re lindas historias.

¿Y ahora?

Estoy solo, pero si me llego a poner de novio lo haré saber; me gusta estarlo.

¿Es difícil estar con vos?

No creo ser problemático. Desde jovencito estuve de novio, es un estado que me gusta y no tengo dudas de que estar en pareja me hace una mejor persona.

Hoy estás con un alto perfil laboral pero no siempre fue así, y estuviste con Lali y con Tini quienes, por entonces, estaban en pleno ascenso laboral. ¿Cómo se evitan los celos y las inseguridades?

Mis relaciones las viví a pleno, disfrutando y estando orgulloso del crecimiento y popularidad de quien estaban al lado mío. Siempre tuve la serenidad y seguridad de que no me sentía menos que el otro, todo lo contrario.

¿No te pasó pensar: "Estoy con fulana que es galáctica y yo aún no despegué"?

Yo estoy con una persona porque me gusta cómo es, no por cuánta plata firma su contrato. Y espero lo mismo del otro. Pero si lo exterior, lo mediático se interpone y nos modifica, entonces ya no tenemos esa complicidad necesaria para seguir estando en pareja. Lali y Tini para para mí fueron dos mujeres inolvidables, con las que me fui encontrando en distintos momentos de mi vida. Y estoy orgulloso de eso.