Obi Mikel, el futbolista Nigeriano que jugó en Rusia con su padre secuestrado

Se enteró horas antes de enfrentar a la Selección Argentina. "Si hablas, le matamos", le dijeron los captores.

(Foto: Henry Romero/REUTERS)
(Foto: Henry Romero/REUTERS)

En el último partido de la primera ronda del Mundial de Rusia 2018, Nigeria y Argentina se enfrentaron por un lugar en los octavos de final. Mientras tanto, el capitán de las 'Águilas Verdes' John Obi Mikel transitaba uno de los momentos más complicados de su vida.

El mediocampista se encontraba en camino al Krestovsky Stadium de San Petersburgo cuando se enteró de que su padre había sido secuestrado. Un familiar le dio el número de teléfono de los secuestradores, que le dijeron "que matarían instantáneamente a mi padre si informaba a las autoridades o se lo contaba a alguien", contó el futbolista.

(Foto: Darko Vojinovic/AP)
(Foto: Darko Vojinovic/AP)

El capitán de Nigeria acató las órdenes: "Sólo un círculo muy reducido de mis amigos lo sabía. Tampoco quería discutirlo con el entrenador porque no quería que mi problema se convirtiera en una distracción para él o para el resto del equipo antes de un partido tan importante".

A pesar de la situación traumática en la que se encontraba, Obi Mikel optó por jugar: "Estaba emocionalmente angustiado y tuve que tomar una decisión sobre si estaba mentalmente listo para jugar. No sabía qué hacer pero, al final, supe que no podía dejar 'tirados' a 180 millones de nigerianos. Tuve que apartarlo de mi cabeza e ir a representar a mi país primero".

(Foto: Dmitri Lovetsky/AP)
(Foto: Dmitri Lovetsky/AP)

Finalmente, el padre del mediocampista -que ya había sido secuestrado en 2011- fue liberado sano y salvo el lunes. "Agradezco a las autoridades policiales sus esfuerzos por el rescate y el apoyo que he recibido de amigos y familiares. Desafortunadamente, mi padre ahora está en el hospital recibiendo tratamiento de emergencia como resultado de la tortura que recibió durante su captura", relató Obi Mikel.