"Paloma For Trump", la influencer latina que adora al Presidente de EE.UU.

¿Quién está destruyendo EE.UU.? "Los hispanos", asegura con polémica la ciudadana mexicana.

Paloma For Trump
Paloma For Trump

Desde su casa en Tijuana (México), Paloma Zuñiga atrae a 70.000 personas con su página "Paloma for Trump", que, según explica a Efe durante una visita a Washington, creó cuando supo que Donald Trump quería ser presidente y vio en él "un líder necesario para acabar con la destrucción de EE.UU".

Paloma, quien además de la ciudadanía mexicana también cuenta con la estadounidense, es considerada una "influencer" (persona influyente en internet) del Partido Republicano y por ello acude como invitada a numerosos actos, como la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés), celebrada esta semana en la capital de EE.UU.

"Yo estoy en contra de la manera en que están destruyendo EE.UU. y llevo 12años viéndolo. Ya estaba dándome cuenta de lo que le están haciendo al país desde hace mucho, por eso cuando Trump dijo que se presentaba para presidente pensé: ¡Por fin alguien que también lo ve y ahora lo habla!", detalla Paloma después de acudir a un mitin del vicepresidente, Mike Pence.

Cuenta con más de 60.000 seguidores en Facebook, otro puñado de miles en Instagram y Twitter, canal en Youtube y una página web para difundir sus teorías sobre esa "destrucción" que ve clara y ante la que responde con contundencia cuando se le pregunta ¿Quién está destruyendo EE.UU.? "Los hispanos", asegura.

"¡Están cargándose lugares como California donde no hablan inglés!", exclama al afirmar que "las ciudades ya no funcionan como estaban hechas: Los hispanos "llegamos y pisoteamos los principios y valores de EE.UU. y no nos importa", indica.

Esta opinión de Paloma sobre la inmigración latina provoca que muchas personas digan que es "racista", que está "en contra de su propia gente" e incluso que "se odia a sí misma".

Pero ella afirma que son los latinos quienes no respetan EE.UU. porque "piensan que es una zona comercial, donde los estadounidenses son tontos y se pueden aprovechar de ellos".

Paloma nació en Ciudad de México y emigró legalmente al país vecino del norte con ocho años, cuando su madre se quedó viuda y se casó con un estadounidense, aunque de mayor decidió regresar a México porque "es más barato" y tiene allí negocios, varias casas y cuida a "muchos perros".

En sus perfiles comparte estas teorías y otras cuestiones como, por ejemplo, el vídeo en el que, con gafas de sol y desde el patio de un chalet, pide a la representante del distrito 43 de California en la Cámara Baja, la demócrata Maxine Waters, que dimita.

Dicha pieza audiovisual se ha reproducido 114.000 veces y compartido otras 3.000 en Facebook, la red social que, según Paloma, "limita su impacto" deliberadamente porque "debería llegarse ya por los 150.000 seguidores".

"Me escribe gente diciendo que no pueden dar 'me gusta' a mi página", se queja.

Además de Facebook, Paloma defiende que los grandes medios de comunicación de México y EE.UU., como el canal Televisa o los diarios The New York Times o The Washington Post, están en contra de ella, lo que al mismo tiempo está impulsando su plataforma.

"Dicen en sus reportajes que soy una activista radical, una racista y que en verdad vivo en EE.UU. -cuenta-, pero les salió mal y me dieron mucha popularidad".

"Bueno, a lo mejor Trump no tiene mucho apoyo pero la gente lo respeta mucho", razona la artífice de "Paloma for Trump".

La popularidad de Paloma entre los activistas políticos que se reúnen esta semana en la conferencia conservadora en Washington es tal que interrumpe varias veces cualquier conversación para saludar y entregar su tarjeta de contacto con una fotografía en la que posa sobre la parte del muro ya construida en la frontera con México.

"Que se haga", dice sobre la barrera fronteriza esta mexicano-estadounidense, que anuncia que pronto dará su salto a la política como "presidenta de la división de la Asamblea Nacional Hispana Republicana en San Diego", la ciudad de California fronteriza con México.