Una pelea de barras opacó la final de la Copa Argentina de futsal entre Huracán y San Lorenzo

Los violentos se enfrentaron tanto dentro como fuera del club Alvear, donde se disputaba el partido. Poca seguridad en el lugar.

Barras de Huracán y San Lorenzo interrumpieron la final de la Copa Argentina femenina.
Barras de Huracán y San Lorenzo interrumpieron la final de la Copa Argentina femenina.

Una feroz pelea de barras pertenecientes a Huracán y San Lorenzo opacó la final de la Copa Argentina femenina que se disputaba este viernes por la noche en el club Alvear, ubicado en el barrio porteño de Parque Avellaneda.

Los violentos comenzaron el enfrentamiento en las tribunas cuando apenas había iniciado el segundo tiempo de un entretenido partido, en el que las chicas del "Globo" y el "Ciclón" empataban 1 a 1.

Todo se desmadró cuando las corridas, que se iniciaron detrás del arco que defendía la arquera de Huracán, se trasladaron hacía afuera de la cancha. Según los primeros trascendidos, hubo un duro enfrentamiento en avenida Directorio entre ambas facciones, con palos y piedras.

La contienda se habría iniciado porque hinchas de San Lorenzo se habrían infiltrado entre la gente de Huracán para robar banderas, pero los seguidores del "Globo" se percataron de ello y fueron a su encuentro.

"La barra de San Lorenzo vino a robar banderas y muchos estaban armados", dijo Gisele Piamonte, jugadora del club de Parque Patricios, en diálogo con "Gol de Vestuario", por radio El Mundo.

Por su parte Eliana Medina, capitana de San Lorenzo, habló con el programa partidario "La Cicloneta" y expresó su profunda tristeza por lo ocurrido: "Es algo increíble. Veníamos a jugarla como una final, con las dos hinchadas. Esto le hace muy mal al deporte y a nosotras. Jugué 19 finales y nunca pasó esto, ni que hubiera tanta gente ni que vinieran barras. Nunca pensamos que iba a haber este lío. Es un bajón, es muy triste".

Al ser un espectáculo al que asistieron unas 1.500 personas y se contaba con poca seguridad, todo se fue fácilmente de las manos y permitió que se registre un nuevo y lamentable episodio de violencia en el deporte nacional.