Mario Poli: "La vida es un don sagrado y no puede ser rechazado ni interrumpido"

El arzobispo de Buenos Aires brindó una misa en la Catedral metropolitana por el "Día del niño por nacer".

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, celebró este lunes en la Catedral metropolitana una misa por el \
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, celebró este lunes en la Catedral metropolitana una misa por el \

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, celebró este lunes en la Catedral metropolitana una misa por el "Día del niño por nacer", en la que aseguró que "la vida es un don sagrado y no puede ser rechazado ni interrumpido", frente a cientos de fieles.

La fecha recuerda la anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María, de que daría a luz a un niño, Jesús, por obra del Espíritu Santo.

La celebración se realizó dos días después de que miles de personas, identificadas con los pañuelos celestes, se movilizaran en varios puntos del país para rechazar el aborto.

En su homilía, el arzobispo de Buenos Aires afirmó ante la atención de los presentes que "la vida es un don sagrado" aunque "pierde sensibilidad ante el semejante que se atribuye el derecho que está muy lejos de protegerla y promoverla".

"La vida nos es dada, viene de arriba como en la anunciación", sostuvo y agregó: "Tenemos que agradecer al Padre creador de todo el género humano".

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, celebró este lunes en la Catedral metropolitana una misa por el "Día del niño por nacer". (Télam)
El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, celebró este lunes en la Catedral metropolitana una misa por el "Día del niño por nacer". (Télam)

El arzobispo centró su homilía en la postura que tiene la Iglesia con relación al debate por la legalización del aborto.

"En este día sentimos vivamente el compromiso con la dignidad de toda vida. En primer lugar, la de los niños y niñas que esperan dejar el santuario donde fueron concebidos para compartir este mundo maravilloso y bello", exclamó.

Ademas, bregó para que "nadie se atribuya el poder de diferir el momento que el Creador nos llama a cada uno", pues "la vida es un préstamo sagrado y solo Él puede reclamarla".