Cumbre Mundial de Salud Mental: cómo influyen las afecciones al desarrollo laboral

En el marco del evento que se lleva adelante en la Ciudad de Buenos Aires, se dio a conocer que anualmente se pierden 15.000 millones de días de trabajo por problemas de salud mental alrededor del mundo.

Panel de salud mental y bienestar en los lugares de trabajo.
Panel de salud mental y bienestar en los lugares de trabajo. Foto: MinSalud

Especialistas internacionales y nacionales participan de la 5° Cumbre Mundial de Salud Mental, en donde este viernes se afirmó que cada año se pierden 15.000 millones de días de trabajo.

Los profesionales alertaron, además del ausentismo, sobre el “fenómeno del presentismo ineficiente”, una situación invisibilizada en la que los trabajadores no pueden desarrollarse plenamente. El tema fue tratado durante la segunda jornada del encuentro.

Resumen de los talleres temáticos.
Resumen de los talleres temáticos. Foto: Twitter

“Cada año se estima que se pierden 15.000 millones de días de trabajo por ausencias de trabajadores por temas de salud mental. Y el costo es de 1 billón de dólares por año en pérdida de productividad”, aseguró Ruma Bhargava, directora de la Iniciativa de Salud Mental del Foro Económico Mundial, según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los datos fueron expuestos en el taller “Salud mental y bienestar en los lugares de trabajo” realizado durante la cumbre que comenzó este jueves y que finalizará en la tarde en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

“Hay dos situaciones que se presentan y causan pérdidas. Por un lado, el ausentismo por crisis de salud mental. Y, por otro, es menos frecuente que hablemos del fenómeno del presentismo, que hace que los empleados se vean obligados a estar presentes, pero no pueden desarrollar su potencial pleno”, explicó la especialista.

El panel también estuvo conformado por Mark Pearson, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); María Eugenia Buceta Mompó, integrante de la Cruz Roja Argentina; Franco Mascayano, de la Universidad de Columbia, Estados Unidos; Frida Marina Fischer, de la Universidad de San Pablo, Brasil; y Antonio Valenti, directivo del Instituto Italiano de Seguro contra Accidentes de Trabajo.

Con la moderación de Diana Gagliardi, secretaria general de la Comisión Internacional de Salud Ocupacional (ICOH), los oradores profundizaron en la importancia de que las organizaciones ejerzan un “liderazgo eficaz” para incorporar la perspectiva de salud mental y que implementen evaluaciones de riesgo psicosocial.

El rol de los empleadores

Entre medidas concretas, los especialistas mencionaron la necesidad de evitar horas extras y desarrollar políticas de retorno gradual al trabajo para las personas que atravesaron problemas de salud mental.

“Lo más difícil de manejar la salud mental en el trabajo es que hay que cambiar el abordaje por parte de los empleadores”, sostuvo Gagliardi.

A su turno, Mark Pearson detalló que se estima que los costos totales de la mala salud mental que generan ausentismo o “presentismo ineficiente” representan el 4% del PIB en los países de la OCDE.

“Entre un 30 y un 50% de las personas que tiene un problema grave de salud mental sigue trabajando, mientras que el porcentaje asciende al 60% si la patología es leve a moderada”, agregó. Para el especialista son datos que las empresas deberían tener en cuenta porque son las “principales causas en la baja de productividad”.

Y remarcó: “Si tenemos problemas graves de salud mental hay dos veces más probabilidades de estar enfermo y de necesitar licencia, además de que la enfermedad física dura más”.

A su turno, la argentina María Eugenia Buceta Mompó, coordinadora nacional de Salud Mental y Apoyo Psicosocial en la filial local de la Cruz Roja, apuntó que uno de los desafíos es “cómo internalizar pautas de autocuidado”.

Como los problemas de salud mental difieren según el tipo de trabajo que se realice, Buceta Mompó explicó que en el caso de los voluntarios de la Cruz Roja se puede generar un “estrés postraumático que muchas veces se naturaliza”.

“Se piensa que está el riesgo de que si decimos que no nos sentimos bien no nos vuelven a convocar”, advirtió la psicóloga y celebró que desde la organización están comenzando a trabajar en programas de prevención y tratamiento junto con el Estado nacional.

Otro grupo que se encuentra entre los más expuestos a problemas de salud mental en el lugar de trabajo comprende a las y los trabajadores de la salud.

“Debemos resaltar que las situaciones de violencia y acoso han sido subestimadas. Los casos de violencia física en el sector de salud son un 5% más que en el promedio general de otros sectores”, señaló Antonio Valenti.

A su vez, los casos de abuso verbal son un 8% más que en el promedio general de otros rubros, según datos del Instituto Italiano de Seguro contra Accidentes de Trabajo.

Frida Marina Fischer, en tanto, planteó que “a veces se malinterpreta la violencia como una cultura de resiliencia entre trabajadores de la salud”, pero alertó que “la violencia en el lugar de trabajo es un riesgo”.

El trabajo es uno de los ámbitos que más afecta la salud mental y este año la cumbre lleva el lema “La salud mental en todas las políticas”, que busca poner a dialogar las áreas del Estado y también de la sociedad civil, con el objetivo de consensuar y diseñar políticas públicas que den respuesta a las múltiples y complejas necesidades de la población en la materia.

El encuentro concluirá esta tarde con una presentación de las conclusiones y recomendaciones que tendrá como oradora a la ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, y el anuncio de la sede de la próxima Cumbre Mundial de Salud Mental, a realizarse el próximo año.