Los beneficios de la agricultura vertical

Consiste en cultivar los alimentos en edificios tipo invernaderos tan cerca como éstos sean consumidos, disminuyendo los costos de transporte y aumentando la eficiencia de producción.

Agricultura vertical
Agricultura vertical

Actualmente en Suecia se está diseñando un edificio triangular de 12 pisos, donde las plantas viajarán desde el último piso hasta el primero para aprovechar la luz solar y facilitar la recolección.

Como sea que se implemente la agricultura vertical, sus promotores dicen que los beneficios inmediatos serán visibles. No habrá tantos camiones de entrega consumiendo combustible y botando humo por sus tubos de escape, y los comercios en las ciudades tendrán un acceso más expedito a alimentos frescos y saludables.

Más adelante, dicen sus defensores, la agricultura vertical podría traer cambios más radicales. La agricultura bajo techo reduciría el uso de pesticidas y herbicidas que contaminan el medio ambiente. La preservación o recuperación de los ecosistemas más naturales podría desacelerar el cambio climático y mientras más comida se produzca en interiores, menos susceptibles seremos a crisis ambientales que alteran los cultivos y elevan los precios hasta las nubes.

Agricultura vertical
Agricultura vertical

Beneficios claros a la vista

  • Se necesita de menos espacio para poder producir alimentos. Dado que la población mundial está creciendo cada vez más, hay mucha más demanda de alimentos. Por ello, se ha reducido la cantidad de suelo fértil y el resto está degradado. Con estas granjas verticales se aprovechan los ambientes urbanos para sembrar y cultivar.
  • La tecnología LED es cada vez más barata, por lo que la producción también reduce sus costes. De esta forma, aunque los cultivos no puedan aprovechar la luz del sol, pueden crecer con bajo coste.
  • Este mercado está creciendo en economías como las de Asia y el Pacífico.
  • El consumidor está más concienciado con el medioambiente. Por lo tanto, la demanda de alimentos con menos químicos es cada vez más alta. Las granjas indoor permiten producir productos locales y reducir las distancias en el transporte y, por ende, la contaminación atmosférica.

Algunas están respaldadas por organizaciones sin fines de lucro orientadas a promover causas ecológicas o la creación de empleo. Otras serán empresas con fines de lucro destinadas a satisfacer la demanda de frutos locales. Y otras, como una en Corea del Sur, son financiadas por los gobiernos que buscan aumentar la seguridad alimentaria.

Hasta ahora, las granjas verticales producen sólo una pequeña cantidad de comida. Sus impulsores todavía están desarrollando diferentes diseños de construcción y técnicas para mejorar la eficiencia del cultivo en interiores. Sin embargo, todavía no ha surgido un modelo de negocio probado basado en el concepto.