Centro de Equinoterapia “Pucará”: un encuentro mágico con los caballos

La terapia con equinos es practicada desde tiempos remotos, el contacto con el animal trae amplios y notables beneficios para quienes acceden a ella. Con una mirada inclusiva, el Centro Pucará recibe semanalmente a un importante número de alumnos que llegan junto a sus familias para vivir una experiencia especial junto a los caballos

El Centro Pucará se encuentra en la ciudad de Concordia.
El Centro Pucará se encuentra en la ciudad de Concordia. Foto: Facebook

En la ciudad de Concordia, más precisamente en el Parque San Carlos pegado al Jardín Botánico se encuentra el Centro de Equinoterapia Pucará. No siempre estuvo en ese espacio geográfico, ya que antes funcionaba en la zona sur de la ciudad.

Pero después de sufrir varias inundaciones, robos y diferentes problemáticas se presentó un proyecto que permitió reubicar al Centro en un sitio más adecuado, ameno y al aire libre para la práctica de esta disciplina integral.

La equinoterapia conjuga los esfuerzos de 4 ámbitos profesionales diferentes: la medicina, la psicología, la pedagogía y el deporte. Como práctica, su objetivo es la rehabilitación, educación y reeducación de personas con capacidades diferentes, mejorando su calidad de vida y fortaleciendo su inclusión social por intermedio del caballo.

La equinoterapia trae amplios beneficios a quienes la practican.
La equinoterapia trae amplios beneficios a quienes la practican. Foto: Web

Esta terapia es una disciplina ancestral, ya Hipócrates ( 458 - 377 AC), aconsejaba la equitación para “regenerar la salud y preservar el cuerpo humano de muchas dolencias y sobre todo en el tratamiento del insomnio”. Además de eso afirmaba que " la equitación practicada al aire libre hace que los músculos mejoren su tono”.

En Argentina, la práctica comenzó en 1978 de la mano de María de los Ángeles Kalbermatter, fundadora de la Asociación Argentina de Actividades Ecuestres para Discapacitados (AAAEPAD). A los 27 años, Kalbermatter fue diagnosticada con cáncer y sufrió una amputación de la pierna derecha. Fue durante su recuperación que descubrió la equinoterapia.

Hasta ese momento solo había precedentes de este tratamiento alternativo en países de Europa o en Estados Unidos. Kalbermatter hizo de la equinoterapia en Argentina un hito histórico.

Luego de un poco de recorrido a través del tiempo y volviendo al Centro Pucará, Vía País tuvo la oportunidad de conversar con Laura Arrizabalaga, actual Coordinadora del lugar y Profesora de Educación Física con especialización en discapacidad y estimulación temprana.

Ella nos cuenta que este especial método, en el cual los pacientes interactúan de modo protagónico con los equinos trae asombrosos resultados a la calidad de vida de quienes experimentan esta vivencia. Laura nos detalla minuciosamente cada uno de los beneficios de la terapia:

  • Mediante el uso del caballo para la rehabilitación, se abordan las áreas social, motora y emocional. El movimiento que realiza el caballo al andar es muy parecido al que hacemos las personas al caminar. Al subirse a uno, quien tiene un trastorno motor utiliza los mismos músculos que se emplean al caminar, a la vez que trabaja su postura, mejora su calidad de vida y favorece su inclusión social.
  • Transmisión de sus impulsos rítmicos, desde el lomo del caballo hacia la cintura pélvica del jinete, y desde aquí, hacia su columna vertebral, miembros superiores, inferiores y hacia la cabeza.Estos impulsos generan una cantidad de ajustes posturales necesarios para que la persona pueda mantenerse estable.
  • La terapia resulta muy beneficiosa para niños y jóvenes con TEA y otros trastornos o dificultades en el neurodesarrollo, contribuyendo positivamente en la comunicación y la interacción social. Así como también ayuda a la regulación de la ansiedad, estimulando el ejercicio de la concentración y de la memoria.
Los caballos contribuyen a esta terapia integral.
Los caballos contribuyen a esta terapia integral. Foto: Redes

En sus comienzos, el Centro, utilizaba los caballos de un vecino (equinos de carro que trabajaban haciendo ladrillos), al tiempo la Policía Montada donó dos animales que eran guardados en un box improvisado en la casa de otro vecino del lugar. Uno de los caballos llevaba el nombre de Pucará en honor a él hoy la institución lleva su nombre.

Era un hermoso equino que nos acompañó hasta sus últimos días en esta terapia”, recuerda Laura. En la actualidad, los tres caballos que pertenecen al Centro viven en el Regimiento militar de la ciudad, con los cuidados veterinarios pertinentes y todo lo necesario para que tengan un buen bienestar.

Todos los días los soldados llevan y traen a los animales para que participen junto a los pacientes de la terapia”, aclara Laura.

Los equinos protagonistas de Pucará son: Pampero, que fue donado por la Policía Montada; Poncho Negro, que llegó al lugar gracias a la solidaridad de una agrupación gauchesca y la última incorporación es Messi, que fue un caballo rescatado y recuperado a través de un Programa Municipal de la ciudad de Concordia.

“En nuestro Centro además de la estimulación que se recibe por parte del caballo, sumamos juegos de acuerdo a la edad y habilidades de los alumnos. Con cada persona (en su mayoría niños) se realiza una entrevista personal, la cual nos permite tener un conocimiento integral del alumno; y de esta manera poder realizar un plan de trabajo con todo el equipo que aquí se desempeña”, comenta Laura con respecto a la modalidad de funcionamiento del establecimiento.

Cabe destacar y hacer fuerte hincapié en que el acceso a la terapia del Centro Pucará es totalmente gratuito, solo es necesario contar con el Certificado Único de Discapacidad (CUD), carnet de vacunación y un certificado médico que recomiende y habilite la realización de equinoterapia.

El sitio es íntegramente solventado por la Municipalidad de Concordia, “nosotros estamos dentro de la Secretaría de Salud, dependiendo directamente de la Dirección de Discapacidad”, explica la coordinadora.

Actualmente concurren al lugar aproximadamente 40 alumnos, con edades que van de los 3 a 45 años, siendo la mayoría niños y niñas, pero también hay adolescentes y jóvenes adultos. Cada persona desarrolla la actividad 30 minutos una vez a la semana, teniendo un rol protagónico tanto el equino como el alumno.

Niños y jóvenes disfrutan del contacto con  los caballos.
Niños y jóvenes disfrutan del contacto con los caballos. Foto: Redes

LA TERAPIA EN PRIMERA PERSONA

Antonio hoy tiene 9 años, y desde los 6 meses concurre a Pucará. Él tiene síndrome de Down, su papá Ignacio comenta que “ha observado muchos avances y mejoras en todos los aspectos, tanto a nivel individual como social”.

“A medida que Antonio va creciendo, crecen también los desafíos, sobre todo en los social, en lograr una sincera y real integración. El aporte de la equinoterapia es muy beneficioso, gracias a tener un espacio distinto, más descontracturado, mi hijo y el caballo tienen una relación especial. Creo que ese vínculo y las propuestas de trabajo en el Centro ayudan a su madurez, a que supere o enfrente obstáculos”, expresa el padre del niño.

Por su parte, Ayelén mamá de Felicitas, llegó a Pucará por recomendación de la pediatra de la niña. La pequeña tiene un diagnóstico de Síndrome de Rett (este trastorno provoca la pérdida progresiva de las capacidades motoras).

Los alumnos logran avances gracias a la terapia con caballos.
Los alumnos logran avances gracias a la terapia con caballos. Foto: Gentileza Centro Pucará

La mejora más notable en ella es el control de tronco logrado. Gracias a ello, por ejemplo, logra quedarse sentada en el inodoro sin caerse hacia los costados y sin necesidad de tener que apoyarse en algo, comenta Ayelén a Vía País.

“Felicitas ama la naturaleza y los animales, lo que hace que esta terapia sea tan beneficiosa para ella, ya que la predispone de manera positiva a su realización, aún para el esfuerzo físico que le representa. Además el hecho de no estar dentro de un consultorio facilita su realización”, explica Ayelén.

Pedro, con diagnóstico de Autismo, es otro alumno que concurre al Centro ubicado en Concordia. Él visita Pucará desde el año 2019; Noelia, su mamá confiesa que “ha tenido notables mejoras, es una de las cosas que más disfruta hacer”.

Con respecto al funcionamiento de la institución comenta que “hay que destacar la gran labor que allí se hace, el funcionamiento del lugar es excelente en todos los sentidos, son personas dedicadas y que siempre están pensando en ayudar a los alumnos y sus familias”.

El equipo de trabajo diariamente contribuye al bienestar de las personas que concurren al Centro
El equipo de trabajo diariamente contribuye al bienestar de las personas que concurren al Centro Foto: Web

LUCHA POR UNA LEY NACIONAL DE EQUINIOTERAPIA

Si bien en el país se ha explorado principalmente en temas relacionados a la discapacidad, la equinoterapia puede tratar patologías como el autismo, asma, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, accidentes cardiovasculares, problemas de conducta, déficit de atención, problemas alimenticios, problemas de relaciones humanas, ansiedad y depresión, entre otras.

En la actualidad no existe una ley nacional que promueva y fiscalice lo atinente a terapias con animales, por ello es imperante la necesidad de lograr que se efectúe la regulación de la equinoterapia como tal, para llegar a más personas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Hoy en día, existen en Argentina más de 200 instituciones de terapia ecuestre, las cuales están en la búsqueda de una ley nacional de Equinoterapia. A pesar de que 8 provincias (Salta, Tucumán, Mendoza, Chaco, La Pampa, Chubut, Río Negro y Santa Fe) ya han sancionado leyes provinciales respecto al tema.

A nivel nacional todavía no existe una ordenamiento jurídico que regule la actividad, la reconozca como un método terapéutico válido, y por ende la incorpore al Plan Médico Obligatorio de obras sociales y prepagas.

El hecho de que esta práctica sea gratis en Concordia es muy importante para los ciudadanos que necesitan de ella y para quienes llegan de regiones aledañas. Las obras sociales no lo cubren (excepto por recurso de amparo).

“Muchas familias no podrían acceder si no fuera así. Conozco mas de 100 familias con el síndrome de mi hija y solo tres accedemos a equinoterapia de manera gratuita, dos acá en Concordia y una en otra ciudad de la Argentina”, sostiene Ayelén, mamá de Felicitas. “El resto tiene que pagar por eso o luchar con las obras sociales para su cobertura”, asevera.

Es necesario y urgente recalcar que las personas con capacidades diferentes tienen el genuino derecho a acceder a tratamientos adecuados para mejorar su calidad de vida en todos sus aspectos. La ley nacional de Equinoterapia es una cuestión que nos debemos como sociedad.