Perjudicial para el bolsillo: sostener los vicios más comunes es cada vez más caro

Cigarrillos, bebidas alcohólicas y chocolates aumentaron muy por encima del promedio de la inflación.

Perdujicial para el bolsillo.
Perdujicial para el bolsillo.

En tiempos de crisis, cuando hay problemas de trabajo y se deben hacer malabares para llegar a fin de mes, muchos se refugian en placeres de la vida moderna, que aunque no hacen nada bien a la salud (no critiquen, eso ya lo sabemos, pero no es motivo de esta nota), ayudan a soportar los malos momentos.

Un cigarrillo después de comer, un vaso de vino viendo fútbol o una barra de chocolate con una buena película son alternativas para “curar” las heridas de la economía doméstica.

Hay una mala noticia: esos “vicios”, además de joder la salud, no son una salida conveniente económicamente hablando. Así es, por dura que resulte la realidad, cigarrillos, bebidas con alcohol y los artículos que se venden en los quioscos subieron más, mucho más que el resto.

Sin filtro. Empecemos por los cigarrillos. Según la última medición de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, los puchos subieron en Córdoba un 81,74 por ciento entre abril de 2016 y el mismo mes de este año. Así es: el precio casi se duplicó al mismo tiempo que el Nivel General de inflación fue del 28,85.

A pesar del aumento, la gente no dejó en masa de comprar cigarrillos, sino que cambió sus costumbres. Según los quiosqueros, se produjeron dos fenómenos: por un lado, aumentó notablemente la venta de etiquetas de 10 unidades, en desmedro de los paquetes de 20. Por otro, se acentuó el traspaso desde las marcas más reconocidas del mercado, a otras mucho más económicas.

Los Philip Morris y los Marlboro perdieron terreno, y crecieron los “alternativos” CJ, Red Point, V8, Rodeo y 357. Incluso, se denuncia la aparición de cigarrillos truchos, con etiquetas iguales a las originales (sellos, estampillas), pero con puchos falsos.

Toma todo. Las bebidas alcohólicas, otro de los "refugios" a la crisis, no sólo no pudieron zafar de los aumentos, sino que los lideran. De acuerdo con el mismo Índice de Precios al Consumidor de Córdoba (IPC), las bebidas con alcohol treparon el 77,32 por ciento entre abril de 2016 y abril de 2017. Esto representa un 125 por ciento más de lo que subieron las bebidas sin alcohol en el mismo periodo.

En el caso puntual del vino, el abanderado de este incremento –junto con la cerveza–, se dio un fenómeno interesante: los que más aumentaron fueron los más económicos.

"Los vinos que subieron mucho son los más baratos; los de menos de 80 ó 90 pesos. Los otros, incluso, aumentaron en línea con la inflación, o por debajo", explicaron a Día a Día desde El Almacén de Mario.

En el caso de las bebidas alcohólicas Premium, muchas de ellas importadas, tuvo que ver que el dólar casi no se hubiera movido en los últimos 12 meses.

Chocolate por la noticia. Sin fumar y sin tomar un sodeado, la opción para relajarse hasta que aclare el panorama sería un dulce. Lamentamos decirle que no es una buena idea si se buscan productos baratos.

“Ya no hay alfajores buenos por menos de 20 pesos”, explicó Vanesa Ruiz, gerente del Centro de Almaceneros.

De acuerdo con el IPC local, si bien los chocolates y golosinas no sufrieron las tremendas subas del vino y los cigarrillos, también aumentaron por encima del promedio. La suba en ese sector fue del 38,56 por ciento entre abril de 2016 y el mismo mes de este año, exactamente 10 puntos por arriba del Nivel General.

Las ventas se vieron fuertemente afectadas en este rubro. Razonaba Ruiz: “Si la gente dejó de comprar leche o criollos, por ejemplo, no sorprende que haya caído tan fuerte la venta de los productos de quiosco”.

La venta interanual (marzo-marzo) cayó en los almacenes un 43,5 por ciento y contempla desde los turrones y los alfajores, hasta las barritas de cereal, las galletas dulces y las masitas saladas.