Facundo Campazzo: "La niña trajo mucha felicidad a casa"

El base cordobés vive uno de los momentos más felices de su vida. Hace una semana llegó Sara, su hija, y aunque duerme menos, lo disfruta mucho.

Facundo Campazzo y su hija.
Facundo Campazzo y su hija.

Hace una semana atrás nació Sara (con S y h al final), la hija de Facundo Campazzo y Consuelo. La llegada de la bebé le cambió la vida al flamante papá y lo hizo explotar de felicidad. El base cordobés atraviesa uno de los momentos más felices y lo dice sin tapujos.

"Me cambió la vida mucho más de lo que pensaba. La niña trajo mucha felicidad a casa. Si bien dormimos un poquito menos, es una sensación increíble. Estamos disfrutándolo y aprendiendo día a día, pero siendo muy felices con Consu", explicó el jugador del Real Madrid en una entrevista brindada a Básquet Plus.

Facu presenció el parto y asegura que ese momento le generó más tensión que cualquier partido. "Era como que estaba todo el tiempo en shock y al mismo tiempo disfrutándolo. Me había imaginado el parto como una cosa totalmente distinta. Pensé que habría más tensión", indicó.

Y agregó: "Quizá tuvimos la suerte de tener un buen parto. Yo estaba constantemente mirando, y cuando le dieron la niña a Consu todavía no lo podía creer. Estaba en otro mundo. Fue una felicidad tremenda, una sensación que no había sentido nunca".

La pequeña trajó además, el invicto bajo el brazo. Desde que nació, el equipo no perdió ningún partido y el flamante papá espera que falte mucho tiempo para que eso suceda. Aunque Campazzo admite que ser padre también le ha dado madurez a su carrera.

"Quizá es pronto, pero algo dentro mío cambió. Ya había cambiado cuando me enteré que iba a ser padre. Las derrotas duras no las quería llevar a casa. Todo lo contrario, porque sabés que en tu casa la situación es otra totalmente diferente", confesó.

¿Te costó el primer viaje?

Sí, horrores. Sara nació el martes a primera hora, yo estuve en el hospital todo el día, me dijeron que no fuera a entrenar. El miércoles sí entrené y ya viajé para jugar en Belgrado. Tuve lunes y martes sin dormir, aproveché el viaje para dormir un poco, pero fue loco que estuviera ahí y el día anterior en el hospital con Consu y Sara. Me costó un poco cambiar el chip, pero a la hora de jugar se me pasó todo.

Son esos momentos en los que uno por ahí dice "mirá si me tocaba ir a la NBA a Minnesota y me tocaba vivir esto con 30 grados bajo cero"

Eh, bueno, uno siempre le busca el lado positivo a las cosas y un nacimiento siempre es felicidad pura, en el lugar que sea. Donde estén ellas yo estoy bien. A veces me pongo a pensar qué hubiera pasado si hubiese estado en otro lado, pero se dio acá y salió todo bien. Justo además fue en mi día libre, todo redondito.