Dura condena para periodista K por agraviar a colegas

Max Delupi deberá pagar 1.000.000 de pesos por sus ataques en redes sociales y en medios públicos, durante el gobierno de Cristina Kirchner.

El periodista y militante K Max Delupi, obligado a pagar un millón de pesos por agraviar a dos colegas durante el gobierno de Cristina Kirchner.
El periodista y militante K Max Delupi, obligado a pagar un millón de pesos por agraviar a dos colegas durante el gobierno de Cristina Kirchner.

El periodista y empresario Max Delupi tendrá que pagar una importante suma de dinero, al ser condenado por la Justicia de Córdoba en una causa por calumnias e injurias a dos colegas suyos de esta ciudad.

La causa fue iniciada por los periodistas Roxana Acotto e Íñigo Biain y la jueza María de las Mercedes Fontana sentenció a Delupi por haber injuriado con publicaciones falsas y alusivas a la intimidad a los periodistas, en Twitter y Facebook en 2014.

Estos comentarios de Delupi fueron realizados en respuesta a publicaciones en las que se habló de supuestos beneficios en pauta estatal que recibía por su pública y notoria militancia al Gobierno nacional de esos años, que encabezaba Cristina Kirchner.

Al final del juicio, la magistrada encontró culpable a Delupi “por publicaciones falsas, difamatorias y de gravísimo contenido personal” en las que intentaba denostar a Acotto, Biain y sus hijas.

Además, la jueza contempló que Delupi no sólo dirigía sus ataques en redes sociales sino que también “amplificó sus injurias” en los distintos programas que conducía en los medios pertenecientes a los SRT de la Universidad Nacional de Córdoba.

Acotto, conductora de Economix de El Doce, y Bian, director de la publicación especializada Infonegocios, habían realizado publicaciones periodísticas que aludían a que la productora de Delupi recibía el doble de pauta publicitaria nacional que los medios de mayor audiencia de Córdoba.

“Ha transgredido el umbral de lo que puede considerarse un ejercicio legítimo del derecho de libertad de expresión violentando el derecho de la intimidad y la vida privada”, sostiene la sentencia sobre las publicaciones de Delupi.

Otro pasaje de importancia está relacionado a la relevancia de lo comentado: “aún cuando fueran ciertas, no tendrían razón de ser expuestos a la curiosidad malsana de terceros. El derecho a la libertad de expresión no es absoluto y debe armonizarse con el de la integridad moral y honor de las personas”, consideró la jueza.