Excesos en el Kempes: acusan a naranjitas de cobrar hasta $8.000 para estacionar en las afueras del estadio

La ciudad de Córdoba se encuentra rodeada de cuidacoches, conocidos popularmente como “naranjitas”. En los eventos masivos, como los partidos de fútbol, abundan y, muchas veces, causan polémica por los precios que cobran. El sábado pasado comenzó la temporada de fútbol con un amistoso entre Talleres y Boca en el estadio Mario Alberto Kempes, donde más de un hincha se llevó una sorpresa.

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En las afueras del estadio, los naranjitas cobraron entre 3.000 y 8.000 pesos el estacionamiento, algo que causó mucho malestar entre los simpatizantes. También trascendió que en un local bailable de La Calera, pedían hasta 10.000 pesos, según lo informado por Cadena 3.

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“Estamos hablando de espacio público, en principio nadie puede hacer uso. Si alguna persona quiere hacerlo, debe tener un permiso de la autoridad correspondiente, sea municipal, provincial o nacional”, señaló Pablo Agüero Piñero, abogado especialista en derecho administrativo y docente de la Universidad Nacional de Córdoba.

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“En la mayoría de los casos no tienen el permiso correspondiente, por lo tanto es ilegal”, agregó. Asimismo, explicó que “cuidar vehículos sin autorización legal tiene una sanción de seis días de trabajo comunitario, multas o tres días de arresto”.

“La Municipalidad autorizó hace un tiempo a determinadas cooperativas, que empezaron a actuar con identificación, chalecos, una tarifa fija. Pero eso se desvirtuó. De hecho, aparecieron naranjitas queriendo cobrar en zonas de la aplicación SEMM”, continuó.

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Ninguna persona puede cobrar una tarifa por estacionar en la vía pública. “En la zona del Kempes hay algunos dueños de casas que permiten el ingreso de vehículos y le cobran. Eso tampoco está regulado”, sostuvo. También explicó que existen “verdaderas mafias” alrededor de los naranjitas relacionadas con venta de drogas o armas de fuego. “Hace poco en Nueva Córdoba, un naranjita le disparó a un automovilista que no le quiso pegar”, recordó.