Un apellido muy de Instituto: debutó Jeremías Lázaro, hijo del Eze y una grata aparición

Ingresó en la derrota con Barracas Central, con el equipo 3-0 abajo, y se comprometió con el juego. Buena presentación del hijo de Ezequiel Lázaro, muy recordado en Alta Córdoba.

Llegó el debut de Jeremías Lázaro, una de las joyitas de Instituto (Foto: Prensa IACC).
Llegó el debut de Jeremías Lázaro, una de las joyitas de Instituto (Foto: Prensa IACC).

En medio de la debacle en Copa de la Liga, ya sin chances de entrar a cuartos de final, y del bajón por cinco derrotas consecutivas, se dio un moemento grato en Instituto en la visita a Barracas Central: el debut en Primera de Jeremías Lázaro, volante ofensivo figura en la Reserva, hijo del recordado Ezequiel Lázaro.

Jeremías Lázaro y la felicidad por firmar su primer contrato profesional. (Prensa IACC):
Jeremías Lázaro y la felicidad por firmar su primer contrato profesional. (Prensa IACC): Foto: Prensa IACC

Ingresó a los 19 del segundo tiempo por el experimentado Roberto Bochi, para otra función, y coincidiendo con el repunte del equipo de Diego Dabove, que era goleado por 3-0 y terminó perdiendo 3-2, al borde de la hazaña. Mostró personalidad y compromiso para pedir la pelota, y asistió en el gol a Facundo Suárez.

“Mi sueño es poder jugar en la Primera de Instituto. Me caracterizo por el buen juego, por tener visión para encontrar espacios. Soy rápido, me gusta encarar mucho, no le tengo miedo a nadie”, supo contarle a Mundo D una de las joyitas de La Agustina.

Nació el 28 de junio de 2004 y explotó en 2023, en la Reserva dirigida por Daniel Jiménez, en el Torneo Proyección. Hijo de Ezequiel, quien se inició en Talleres y entre 2008 y 2010 jugó en la Primera Nacional para Instituto, club del que es hincha confeso.

Ezequiel y Jeremías Lázaro, pasado, presente y futuro para el fútbol de Instituto (Foto: Nicolás Bravo / La Voz).
Ezequiel y Jeremías Lázaro, pasado, presente y futuro para el fútbol de Instituto (Foto: Nicolás Bravo / La Voz).

ASÍ DEFINIÓ SU PADRE A UNA DE LAS JOYAS DE INSTITUTO

“Él es más completo, yo no era tan rápido. Yo era más mañoso, usaba mucho las manos y ahora se las enseño a usar. Se hablaron muchas cosas de Jere porque era bajito. Y siempre le dije que los mejores jugadores del mundo son petisos”, lo describió Ezequiel Lázaro.