Boca peleó y derrotó por 2-1 a Rosario Central, que estuvo cerca del empate

Boca fue local en la cancha de Vélez en la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional. Recibió a Rosario Central, en un partido lleno de roces y polémicas y se llevó la victoria por 2-1.

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El partido se disputó en el estadio José Amalfitani con el arbitraje de Ariel Penel, que estuvo en el foco de las críticas de ambos equipos.

El Xeneize mostró el mal estado del campo de juego de la Bombonera ante Colón, producto de los trabajos que están realizando para mejorar su drenaje. Con la colaboración de la dirigencia del Fortín, jugaron ante el Canalla -al menos- en Liniers.

El equipo de Sebastián Battaglia volvió a llevarse un triunfo, pero siguió el sufrimiento en los minutos finales. Luego del empate ante el Sabalero y la victoria por la mínima ante Aldosivi, la historia se repitió en el Amalfitani.

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El Kily González no supo encontrarle la vuelta al partido tras los primeros golpes de los locales y, pese al descuento sobre el final, se marchó sin puntos de Liniers.

El partido

Con varios roces tempranos y disputas en distintos terrenos del campo de juego, el partido se mostró lento y muy discutido.

A los 24 minutos, Penel sancionó un polémico penal, tras un cruce entre Lucas Gamba y Agustín Rossi. Según el juez, el arquero bajó al delantero cuando achicó.

Emiliano Vecchio se hizo cargo de la ejecución desde los 12 pasos y Rossi, como suele hacer, se hizo gigante y le detuvo su disparo.

El primer tiempo cerró sin goles y con pocas situaciones de gol. Penel pitó el final de los primeros 45 minutos y el Kily González lo fue a buscar con mucha bronca por sus decisiones: el juez lo expulsó.

En cada pelota parada, los futbolistas de ambos clubes se repartieron golpes y el árbitro -más allá de aquel penal sobre Gamba- no sancionó ninguna infracción.

El arranque de la segunda mitad trajo la apertura del marcador. Tras un tiro de esquina a los cuatro minutos, Carlos Izquierdoz anticipó al primer palo y venció a Gaspar Servio para el 1-0 de Boca.

Frank Fabra volvió a demostrar sus condiciones, para el deleite de Juan Román Riquelme. El lateral tiró una pared con Aaron Molinas y brilló en el área como un delantero para el 2-0 del Xeneize.

Luca Martínez Dupuy le dio vida al Canalla. A cinco minutos del final, el joven marcó de cabeza el descuento y firmó el 2-1.

El gol de Martínez Dupuy no alcanzó y fue Boca quien se llevó los tres puntos de Liniers.

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