Inflación y pobreza, las dos variables dramáticas que caracterizan la elección presidencial

El próximo domingo 22 de octubre se celebrarán los comicios presidenciales en medio de un complejo escenario económico, donde los precios acumularon un salto interanual de 138,3% y la pobreza ya golpea a más del 40% de la población.

Alarmantes índices de pobreza en Argentina. Foto Javier Ferreyra
Alarmantes índices de pobreza en Argentina. Foto Javier Ferreyra

Las próximas elecciones presidenciales del domingo 22 de octubre se desarrollarán en un escenario de extrema complejidad en la Argentina por la imparable carrera de la inflación que desdibuja los ingresos y sus consecuencias directas, como el aumento de la pobreza que ya golpea a más del 40 por ciento de la población.

El pasado jueves, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó que la aceleración de la inflación en septiembre fue incluso mayor a la prevista por los analistas privados y porque los precios avanzaron 12,7% y acumularon un salto interanual (i.a.) de 138,3%. Los guarismos grafican la compleja situación económica y social que determinará el pronunciamiento en las elecciones presidenciales del próximo domingo 22 de octubre.

La inflación de septiembre superó las previsiones privadas. 
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
La inflación de septiembre superó las previsiones privadas. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes Foto: Ignacio Blanco

Según precisó el organismo oficial que conduce el economista Marco Lavagna, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) corre con un incremento del 103,2% en los primeros nueve meses del año. Y, de nuevo, el segmento de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” fue uno de los que más aumentos, que terminaron en un promedio del 14,3%.

La inflación de septiembre superó el resultado récord de agosto, cuando el IPC se ubicó en el 12,4%. Justamente el recalentamiento de los precios se apuntaló en la devaluación que aplicó el gobierno nacional tras las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

En el informe de septiembre se indicó que la división de mayor aumento en el mes fue “Prendas de vestir y calzado” (15,7%), impulsada por el cambio de temporada, y que le siguieron “Recreación y cultura (15,1%)”, principalmente por la suba en los servicios de televisión por cable, y “Alimentos y bebidas no alcohólicas”.

“La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (14,3%). Al interior de la división impactó la suba de Carnes y derivados, Pan y cereales y Frutas”, señaló el Indec.

El 12,7% de septiembre surge del promedio nacional, pero en algunos territorios del país el salto fue mucho mayor: 14% en la Patagonia, 13,7% en Cuyo; 13,2% en el Noroeste, 13,1 en la región Pampeana, 13% en el Noreste, y 12,2% en el Gran Buenos Aires.

Los guarismos superaron todas las proyecciones privadas y también aquellas que coordina el Banco Central de la República Argentina (BCRA) con su Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). En la edición de ese informe (correspondiente a agosto), los analistas estimaron una inflación mensual de 12,0% para septiembre y una inflación para todo el año de 169,3% i.a. (28,6 puntos porcentuales más que la encuesta previa).

En el REM de septiembre, proyectan una inflación mensual de 9,5% para octubre y una inflación para todo el año de 180,7% i.a. (11,4 p.p. más que la encuesta previa).

Las consecuencias en medio de la campaña

Los últimos datos del Indec confirman que el drama económico se agravó al igual que sus efectos sociales: la carrera de los precios carcomió el poder adquisitivo e instaló el fenómeno de los “trabajadores pobres”, tal como lo definió la vicepresidenta Cristina Kirchner.

La incapacidad para torcer el complejo escenario acorrala al candidato a presidente por la coalición oficialista Unión por la Patria (UP), Sergio Massa. El también ministro de Economía, luego de cerrar las renegociaciones con el FMI para garantizar la llegada de los desembolsos hasta fines de este mes, impulsó una serie de acciones para tratar de recomponer el poder adquisitivo y compensar el impacto de la devaluación posterior a las PASO.

Pero las medidas se convirtieron en un arma de doble filo para Massa, porque la oposición no tardó en definirlas como el “plan platita” para tratar de sumar votos frente al tercer puesto en el que quedó el oficialismo en las primarias, detrás de Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y lejos de Javier Milei (La Libertad Avanza).

Mientras, la crisis por la escasez de dólares agravó las condiciones y en el mercado consideran que el gobierno deberá profundizar la devaluación para tratar de garantizar cierto equilibrio. En los últimos días se avanzó en ese sentido, a través de la unificación de algunos tipos de cambio, pero la plaza cambiaria volvió temblar y la incertidumbre nuevamente se materializó a través del informal dólar Blue que llegó a venderse a 1060 pesos, aunque terminó la semana 980 pesos.

Los números de la pobreza

La inflación constituye el principal problema para quien asuma la conducción del gobierno nacional a partir del 10 de diciembre, sobre todo, porque promovió el crecimiento de los niveles de pobreza, que ya afecta al 40,1% de la población y al 56,2% de los niños, según los registros del primer semestre de 2023.

A principios de octubre, el Indec difundió los resultados de su Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que confirmaron un avance en la pobreza de 3,6 puntos porcentuales respecto del mismo período de 2022 (36,5%).

El organismo agregó que la indigencia ascendió al 9,3%, lo que marca un incremento de 0,5 puntos porcentuales con respecto al primer semestre de 2022.

Si se proyectan los números (la encuesta se basa en los grandes centros urbanos), la pobreza alcanzó a 18,5 millones de personas. De ese universo, 4,3 millones son indigentes, es decir no llegan a cubrir con sus ingresos una Canasta Básica Alimentaria (CBA).