“Día de la marmota”: el duro texto de The Wall Street Journal que advierte sobre el posible colapso del peso argentino

El artículo, además, describe a los argentinos como los “especuladores de divisas más sofisticados del mundo” y a nuestro país como “incobrable”.

Un artículo de The Wall Street Journal fue lapidario con la situación económica de nuestro país. Foto: Web / Los Andes.
Un artículo de The Wall Street Journal fue lapidario con la situación económica de nuestro país. Foto: Web / Los Andes.

A través de un artículo de The Wall Street Journal que se tituló “Día de la Maromota”, el prestigioso diario estadounidense explica las reiteradas crisis económicas de la Argentina y advierte por un posible colapso de la moneda peso.

El billete argentino cada vez más devaluado.
El billete argentino cada vez más devaluado.

También describe a una Argentina “incobrable” y se refiere a la proximidad de las elecciones de este próximo domingo. El escrito lleva la firma de Mary Anastasia O’Grady.

Los argentinos son los “especuladores de divisas más sofisticados del mundo”

Así es como nos describe el artículo de The Wall Street Journal, en referencia al ahorro que realizan los argentinos en moneda extranjera.

El guiño que realiza el escrito con el Día de la Marmota refiere a una tradición estadounidense en donde se predice la llegada del invierno, y esto lo vincula con las reiteradas crisis económicas de nuestro país, principalmente emparentadas con una emisión de billete descontrolada.

Margaret Thatcher dijo en broma que el problema con el socialismo es que “eventualmente te quedás sin el dinero de otras personas. Eso aún no le ha sucedido al moroso más notorio del mundo (...) a pesar de su reputación como un deudor problemático”, se puede leer al principio del texto.

“La semana pasada, la Argentina llegó a un acuerdo con Beijing para aprovechar casi 3000 millones en yuanes de una línea de intercambio de divisas que los dos países renovaron en junio”, continua.

Y refuerza la idea diciendo: “El anuncio, en el que China juega el papel de prestamista de última instancia para la Argentina, se produjo dos días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegara a un acuerdo preliminar con Buenos Aires para desbloquear el acceso a US$ 7500 millones”.

“El FMI dijo que el dinero está ‘destinado a respaldar los esfuerzos políticos de la Argentina y las necesidades de la balanza de pagos a corto plazo, incluidas las obligaciones con el Fondo’. (...) En otras palabras, le está dando dinero a su ‘cliente’ para que no entre en mora por su deuda de US$ 44.000 millones con el Fondo”.

“Nada resolverá los problemas fiscales y monetarios que aquejan al país”, afirma el The Wall Street Journal

Lo plasmado por el periódico señala que “el acuerdo necesita la aprobación del directorio (board) del FMI, que puede llegar a finales de este mes. Mientras tanto, la Argentina ha utilizado el préstamo de China -y la ayuda de Qatar- para mantenerse al día con el FMI”.

Pero advierte que “nada de esto resolverá los problemas fiscales y monetarios que aquejan al país. Con la inflación corriendo a una tasa anual del 115%, no hay un verdadero apetito por mantener los pesos. Las reservas internacionales netas se han desplomado y ahora son negativas”.

De todos modos, aclaran desde el periódico que esta situación acuciante no sería algo inédito: “Esto no es nuevo en la Argentina. Los sucesivos gobiernos han generado episodios repetidos de alta inflación durante décadas”.

Y peor aún fue el planteo que realizó la revista Forbes en agosto del 2019, cuando el economista Steve Hanke explicó: “Para enumerar solo algunos de los principales colapsos del peso argentino: 1876, 1890, 1914, 1930, 1952, 1958, 1967, 1975, 1985, 1989, 2001 y 2018″.

“Desde que la inflación argentina comenzó a despegar nuevamente en 2007, hasta fines de 2022, la oferta monetaria total creció en promedio al 30,7% anual, según el Ministerio de Economía. La inflación general creció a un promedio anual de 35,1% según Nicolás Cachanosky, director del Centro para la Libre Empresa de la Universidad de Texas, El Paso”, manifiestan.

“Deshacerse de pesos para acumular dólares es un pasatiempo nacional para los argentinos”

“Los inversionistas, sabiendo que no pueden invertir capital en el país a tasas de mercado o sacarlo cuando quieran, tienden a irse a otra parte. El estancamiento del crecimiento económico argentino no es un misterio”. Y sostienen que “Deshacerse de pesos para acumular dólares es un pasatiempo nacional para los argentinos”.

“El BCRA ha tratado de contrarrestar su imprudente impresión de pesos vendiendo instrumentos a plazo de alto rendimiento a los bancos. Las Leliq a 30 días, como se llaman estos vehículos, ahora tienen una tasa anualizada efectiva de alrededor del 155%. El objetivo es absorber el exceso de pesos en circulación”.

Y suma el artículo: “Sin embargo, incluso con un diferencial saludable de Leliq sobre la inflación actual, la demanda de la moneda está cayendo. Tal vez sea porque los argentinos esperan que la inflación futura sea aún mayor y entienden los riesgos de una mayor liquidación que probablemente desencadene una espiral hiperinflacionaria. Esto es particularmente cierto en un año de elecciones presidenciales”.

Finalmente, hacen referencia a los argumentos que desde el oficialismo plantean respecto de la crisis económica actual: “Las autoridades argentinas culpan de la crisis monetaria al clima y el FMI está algo de acuerdo. En su justificación del último acuerdo para liberar nuevos fondos, a pesar de que el país no cumplió con los ‘objetivos clave del programa’, el Fondo señaló la sequía prolongada que afecta la producción agrícola”.

El artículo hace mención a la búsqueda de dólares por parte de los argentinos.
El artículo hace mención a la búsqueda de dólares por parte de los argentinos. Foto: Pexels

“El vecino Brasil también ha experimentado una sequía. Sin embargo, la inflación brasileña está en 3,19% anual, comparable a la de EE.UU”, describen.

“Felicitaciones al presidente del Banco Central brasileño, Roberto Campos Neto, y a su directorio, quienes restringieron el crédito cuando el gasto público amenazó con socavar la estabilidad de precios. El banco ha mantenido su tasa de préstamo a un día en 13,75% durante el año pasado, a pesar de la presión del presidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva para seguir una política más flexible”, concluye.