La habitación debe estar destinada a dormir. El ambiente debe estar ventilado y el colchón debe cambiarse con frecuencia. Gasta sabiamente
Sincronización del reloj biológico con los patrones naturales de sueño. Es decir: dormir siete u ocho horas por noche e intentar despertar a la misma hora todos los días.
Tomar un té de hierbas antes de acostarse ayudará a relajarse. La manzanilla, el extracto de raíz de valeriana, el tilo y la menta son excelentes opciones.
Otra de las opciones para relajar aún más al cuerpo es darse una ducha antes de acostarse.
Hacer ejercicio físico a la mañana. Esto provocará aliviar el estrés y relajará los músculos a la hora de descansar.
Incluir alimentos con melatonina, la hormona producida por el cerebro que controla los ciclos de sueño-vigilia. Se puede encontrar en frutas, granos, pescado, carne y verduras.
Incursionar en el yoga. Algunos ejercicios parecen simples, crearán estados profundos de relajación, calmarán el sistema nervioso y aliviarán el estrés