Uno por uno, los amuletos de la suerte más poderosos

Se puede ser más o menos creyente de los temas espirituales o que tengan que ver con las energías, pero sin dudas, todas las personas creen en mayor o menor medida en la suerte. Existe quienes, además, tienen ciertos amuletos que consideran que, si están con ellos, la suerte los acompañará siempre.

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Los amuletos datan de miles de años atrás y muchos están vinculados a diferentes culturas, historias y tradiciones. Sin embargo, como es de esperar, existen unos que logran captar mucho más las energías para atraer la suerte a cada uno.

Estos los amuletos de la suerte más poderosos

Existen cuatro amuletos que suelen ser asociados a las brujas. Estos son:

• Piedra bruja: se trata de una piedra que, debido a la erosión natural provocada por el agua, la mayoría de las veces, tiene un agujero dentro. Por eso es que se utiliza como amuleto de protección para conectar con lo divino, como apertura hacia la intuición. Sin embargo, no recomiendan comprarla, sino que es ideal encontrarla.

• Nudo de bruja: este amuleto es un símbolo de poder que se utiliza para amplificar y manifestar las intenciones de quien lo lleva. Son nudos en cintas o sogas que forman una cruz de cuatro aspas ovaladas, representando los elementos de la naturaleza y los puntos cardinales. El círculo que recorre los puntos de la cruz representa la unión de los elementos y en el centro hay un rombo que simboliza el Tercer Ojo.

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• Cianita negra o escoba de bruja: se trata de una piedra asociada al primer Chakra y la madre tierra. Es símbolo de la protección, materialización y el enraizamiento de la energía. Se trata de un elemento altamente protector y que favorece la aceptación, la integración de las lecciones de la vida y la resolución de conflictos.

• Pentáculo: es un amuleto en forma de círculo que contiene un pentagrama con la punta hacia arriba. Representa el espíritu en conexión con lo divino. Las demás puntas simbolizan los cuatro elementos de la naturaleza en equilibrio con el éter. Busca representar la vida, el amor, la luz y la búsqueda del conocimiento divino.