Tragedia en paracaídas: quién era el director de Aysa que falleció luego de saltar desde un avión

Tenía una larga trayectoria en la empresa y era un apasionado de los deportes extremos.

Esta no era la primera vez que Vaccaro hacia paracaidismo. Foto: Ahora
Esta no era la primera vez que Vaccaro hacia paracaidismo. Foto: Ahora

Su nombre era Héctor Vaccaro y trabajaba en Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa) hace más de 40 años. Sus compañeros y amigos de trabajo están viviendo días de conmoción luego de enterarse de la trágica noticia: el hombre falleció mientras estaba realizando paracaidismo.

En su última foto de su perfil de Instagram se lo ve feliz realizando este deporte extremo, que lo llenaba de energía y vértigo y quería poder manejarlo a fondo. Para eso estaba tomando un curso en el Club Escuela de Paracaidismo Lobos, pero no logró finalizarlo.

En la cuarta salida (de las siete que tenía previstas) algo falló: el paracaídas nunca se abrió y el hombre murió en el acto tras caer en un campo aledaño al predio.

La causa de muerte, tal y como lo determinó la autopsia, se debió a un “traumatismo encefalocraneano grave” y diversos “politraumatismos”.

La policía de la ciudad de La Plata intervino en el caso y tuvieron el apoyo del personal de la Ayudantía Fiscal de Lobos, de Policía Científica, del Comando de Patrullas Rurales del municipio y el SAME.

Habló la hija del directivo de Aysa que falleció haciendo paracaidismo

Bianca tiene 19 años y es la hija menor de Vaccaro. La joven explicó que su padre se “desestabilizó” tras arrojarse al aire desde la vioneta y eso impidió que se abriera el paracaídas principal.

“Había un segundo paracaídas que se abre a cierta altura y velocidad, pero una parte del dispositivo se le habría enredado en el cuerpo”, detalló.

“Mi papá era una persona sencilla y muy activa. Le encantaba instruirse y tenía la habilidad de aprender muy rápido. Vivía resolviendo problemas”, dijo conmocionada.

El hombre realizaba deportes extremos. Foto: El Bonaerense
El hombre realizaba deportes extremos. Foto: El Bonaerense

“Saltar en paracaídas era su sueño desde hace bastante, pero nunca se había animado. Una vez le dije que lo acompañaba y fuimos. Saltó una vez, luego una vez más y después quiso hacer el curso, agregó Bianca.

Y finalizó: “A él le encantaba aprender de todo y nos motivaba a mí y a mi hermano a que hiciéramos lo mismo. Cada vez que lo necesitamos, mi papá estuvo ahí”.