Prevenir el dengue también requiere conciencia, responsabilidad y solidaridad

La semana próxima se pondrá en marcha un plan de operativos de descacharrado en cuatro municipios del este provincial, entre los que se cuenta la ciudad de San Pedro, donde se localizó más del 60 por ciento de los casos que Jujuy reportó este año y con cifras récords a nivel provincial.

En efecto, en una primera fase de trabajo el operativo llegará a San Pedro y ciudades próximas como La Mendieta y La Esperanza, y zonas aledañas como Barro Negro. Esto es lo que se acordó en una reunión mantenida entre autoridades de la Provincia y funcionarios de esos municipios.

"Estamos empezando con tiempo; la semana que viene iniciaremos las tareas acordadas", adelantó el ministro de Infraestructura provincial, Carlos Stanic, quien encabezó el encuentro durante el cual también se dialogó de distintas obras proyectadas.

Planteó Stanic que dada la pandemia del coronavirus, este año se "impone una lógica completamente distinta", por lo que apeló a que haya "más conciencia, responsabilidad y solidaridad de la ciudadanía al interior de sus casas" para prevenir la proliferación del mosquito vector del dengue, el Aedes Aegypti.

En cuanto a la acciones a encararse en las semanas venideras, señaló que se prevé un trabajo colaborativo y determinado por las medidas a las que obliga la pandemia, entre ellas, el no poder ingresar a los hogares con personal.

El funcionario anticipó que tareas similares se acordará en los próximos días con los municipios de Libertador General San Martín y Fraile Pintado, buscando abarcar todo el Ramal jujeño, para luego desplegar otra fase en la zona de los Valles de la provincia.

Entre enero y junio de este año la provincia alcanzó un récord histórico de infecciones de dengue, con más de 4.900 casos, la mayoría de ellos (2.753) localizados en el departamento San Pedro, de acuerdo con los últimos reportes oficiales.

Varios municipios en coordinación con la Provincia mantienen en desarrollo campañas de prevención, dada las condiciones climáticas y geográficas favorecen la proliferación del mosquito transmisor de la enfermedad.