Una marea roja y blanca inundó esta noche el centro de la ciudad

La parcialidad jujeña de corazón riverplatense salió a las calles a festejar el título de Campeón de América obtenido en España

Festejo riverplatense en Jujuy
Festejo riverplatense en Jujuy

La consagración del Club Atlético River Plate como el mejor equipo de América, tras haber derrotado a su archirival Boca Juniors, tuvo resonante eco en nuestra ciudad, con la bulliciosa concentración de hinchas en el centro de San Salvador de Jujuy. Así, la distancia entre la Tacita de Plata y Madrid se hizo, si no ínfima, bastante corta en el ánimo de la muchedumbre.

Las primeras camisetas de River que encabezaban la multitudinaria caravana de anoche.
Las primeras camisetas de River que encabezaban la multitudinaria caravana de anoche.

El final del partido fue el disparador de los primeros festejos con estruendos que se escuchó en todos los barrios capitalinos y pocos minutos después los fanáticos y simpatizantes comenzaron a salir a las calles con camisetas, gorras, banderas y estandartes.

Poco después, automóviles y motocicletas ya se dirigían en masa hacia el casco céntrico para congregarse en la plaza Belgrano, en la peatonal y recorrer como una bulliciosa marea roja y blanca el microcentro al ritmo de cánticos, bocinazos y bombas de estruendo.

Una columna de más de dos cuadras de longitud pasó por calle Necochea y tomó por San Martín, rumbo a la peatonal Belgrano.
Una columna de más de dos cuadras de longitud pasó por calle Necochea y tomó por San Martín, rumbo a la peatonal Belgrano.

Las inequívocas referencias al eterno adversario que esta tarde cayó duramente derrotado -el score contabalizó tres goles para el equipo de Marcelo Gallardo y uno, el primero de la contienda, para el conjunto de los mellizos Barros Schelotto- se hacían evidentes en los improviados versos, que sonaban fuerte al pronunciar la palabra "campeón".

Así fue como aún dos horas después del pitazo final en el estadio "Santiago Bernabeu", todavía había hinchas que haciendo flamear sus "trapos" y sonar sus bubuzelas, repetían por las calles jujeñas el simple pero efectivo "dale campeón, dale campeón".