La iglesia llamó a construir la unidad social

Este 25 de Mayo se celebró en la Iglesia Catedral el tradicional Tedeum.

Tedeum
Tedeum

El Tedeum, el mismo estuvo a cargo del Presbítero Gustavo de la Puente, quien en su homilía hizo referencia a la necesidad de construir el bien común y llegar a la unidad social. "Un político es aquel que debe trabajar el bien común, se contradice con ese principio cuando busca sus propios intereses", explicó el religioso.

En la homilía del 25 de Mayo, que tuvo lugar en la Iglesia Catedral y contó con la presencia del gobernador Sergio Casas y demás autoridades provinciales, el Presbítero Gustavo de la Puente hizo referencia a la parábola del trigo y la cizaña, permitiendo reflexionar sobre "en unión y libertad".

"Unidos para ser libres, un nuevo estilo de vida para construir nuestra Nación" sostuvo el religioso y explicó que "la palabra escuchada nos adentra en tres aspectos a tener en cuenta para la construcción de la Unidad".

Construir la unidad requiere la búsqueda del bien común, “aquello de lo que se benefician todos los ciudadanos, es el primero de todos los principios sociales: todos los bienes que existen son bienes para todos los seres humanos”.

Agregó que “el principio del bien común es una tarea que nos compete a todos, y de ahí que los bienes que existen sobre la tierra han de llegar a todos los seres humanos”.

De la Puente consideró que este criterio tiene que estar siempre claro y es el criterio que se exige en la conducción de la vida política; por eso, “un político es aquel que debe trabajar el bien común, por ello, se contradice con ese principio cuando busca sus propios intereses, sus propios bienes o el bien particular”.

"Queridos Hermanos construyamos la Unidad Social que nos merecemos como riojanos, cuidándonos como personas en el bien común que da oportunidades para que la vida sea digna de un hijo de Dios, dando a la Patria la gratitud en el ejercicio de la producción y desarrollo", exclamó.

Asimismo, el Presbítero sostuvo que los bienes que hay en una nación son para todos y por eso se busca que haya una igualdad de oportunidades en la repartición de los bienes y no un envilecimiento de la dignidad de la persona a causa de los perezosos y vividores.

Finalmente, el Padre expresó que “reflexionar una y otra vez sobre el bien común nos coloca y nos sitúa en un principio clave en el desarrollo y en el progreso de todo ser humano y de todos los seres humanos”.