Skuris, una plegaria quechua, el Ara San Juan y las Malvinas: Bienalsur en movimiento

La etapa expositiva de la Bienal de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur), que hasta noviembre se desplegará en unos 20 países, se dio por iniciada frente al canal de Beagle, en el aeroclub Ushuaia.

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Con la primera nevada del año, BIENALSUR puso pie por primera vez en Tierra del Fuego, provincia que concentra seis de las 110 muestras que este año cubrirán más de 19.000 kilómetros a lo largo del mundo, renovando esa cartografía artístico cultural que la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) propone pensar en red y de manera colaborativa.

La importancia de recalar por primera vez en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, está vinculada, por un lado, a que "BIENALSUR nació para cambiar las corrientes centrales de la cultura, para influirlas con el pensamiento del sur", dijo Aníbal Jozami, director de Untref y de la Bienal inaugurada a cielo abierto, a un lado de los mástiles en desuso que en breve serían intervenidos con las banderas imaginadas por tres artistas sin atender a nociones geográficas ni de nación.

"Estando en Tierra del Fuego estamos también mucho más cerca de nuestro territorio irredento de Malvinas y al estar aquí, tan al sur, estamos haciendo partícipes de este acto a esa mujer y esos 43 varones que eternamente tripularán el Ara San Juan. Eso también tiene que ver con este proyecto, pergeñado desde una universidad pública con la idea de que la Argentina le brindara al mundo una mirada cultural renovadora", dijo Jozami.

Enmarcado en el semicírculo propuesto por la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnología de Untref, acompañando la curva de la Bahía que ladea al aercoclub con sus máscaras, bombos y sykuris antropomorfos, el secretario de Cultura fueguino, Gonzalo Zamora, destacó "la importancia de sumarse, desde el fin del mundo, a un trabajo colectivo", capaz de trazar una cartografía que diera cuenta de problemas contemporáneos eclécticos.

"Esta es la única provincia argentina que no tiene soberanía sobre el 100% de su territorio. Por eso una de las muestras hoy inauguradas se vincula con el gran esfuerzo que hacen los fueguinos para pensar qué significan esas islas para nosotros y la falta de potestad sobre ellas", dijo Zamora.

En tanto celebró que "en tiempos en que tenemos novedades que nos acongojan bastante en relación a nuestro derecho sobre las islas, Tierra del Fuego pueda proyectarse al mundo desde BIENALSUR, una plataforma 100% política en términos de poder, desde el sur, proyectar su pensamiento al mundo".

La muestra a la que se refirió Zamora, es "Dos, tres, muchas", de Esteban Álvarez, que tiene una de sus patas en el museo ushuaiense Pensar Malvinas, la otra estará desde mañana en la ciudad de Río Grande, e invita a los visitantes a "producir copias con barras de grafito, sobre un mapa de las Islas Malvinas grabado en relieve".

"Esas copias son en un punto idénticas y en otro siempre distintas, como el imaginario sobre las islas que nunca vuelven a ser parte de nuestro territorio", explicó el artista, impactado con "la reciente noticia sobre la autorización a petroleras inglesas de explotar este territorio, que impacta tanto más de cerca a los fueguinos, separados del resto de las provincias por ese 'manto de neblina'".

De la misma forma en que esta acción cuestiona controles territoriales, corre límites y reconfigura territorios posibles, las banderas del francés Christian Boltanski, la chilena Voluspa Jarpa y la argentina Magdalena Jitrik hacen lo propio en la cima de los mástiles antes vacíos del aeroclub, izados en una ceremonia casi ritual, mientras el viento traía una plegaria quechua interpretada por a Orquesta Untref frente a la bahía.

"BIENALSUR es indisciplinada y por eso crea otras cartografías, borra frontera, piensa con artistas entre lo local y lo global. Banderas transnacionales, por fuera de cualquier circuito político", dijo su directora artístico académica, Diana Wechsler.

"Y como somos muy desordenados, en el mejor sentido del desorden, nos gusta deslocalizar -reseñó Wechsler-, y esta muestra sobre arte y territorio se prolongará al Museo del fin del mundo, donde hay mapas realizados por artistas de todo el mundo que pensaron las maneras de control sobre el territorio": Anna Bella Geiger (Brasil), Harun Farocki (Alemania) y Kapwani Kiwanga (Canadá) junto a Jean-Christophe Norman y Zineb Sedira (Frncia).

Antes de que cualquiera hablara, e incluso de que la orquesta tocara, fue Lucía Toconas -Kanchay Qoyllur en quechua, "estrella que ilumina" en castellano- quien pidió permiso a "los sagrados cerros de los Andes, protectores de los cóndores y a los huesos y la sangre de los haus, los yaganes y los shelters que ya no están en suelo fueguino", para realizar la 'sahumada' "con hierbas sagradas de los cerros altos de Argentina, Perú y Bolivia" con que bendijo la posibilidad de expresión de las diferentes culturas.