Aviso Alférez Sobral, epopeya de un gigante del mar

El 1 de mayo de 1982 a las 17:00 horas, un avión Canberra MK-62 de la Fuerza Aérea Argentina, que se dirigía a bombardear a las fuerzas británicas, fue abatido aproximadamente a 100 millas náuticas (185 km) al norte del Estrecho de San Carlos. El Aviso ARA "Alférez Sobral" fue destacado a la zona para realizar una misión de búsqueda y posible rescate de los tripulantes de la aeronave.

"El comandante reúne a toda la plana mayor en la cámara y el guardiamarina Olivieri, viene con una carta H-50 donde tenía ploteada a toda la flota inglesa y el comandante le pregunta '¿A dónde tenemos que ir?' y Olivieri pone el punto en la Carta. Noventa millas al norte de Malvinas, estábamos al lado de la flota inglesa. Hubo un silencio total", recordó el Vicealmirante Eduardo Fondevila Sancet, miembro de la dotación del Aviso.

A órdenes del comandante, el Sobral se desplegó con la prisa de la misión y luego de navegar casi 200 millas náuticas, desde su posición hasta el lugar del siniestro, arribó el 3 de mayo. Cerca de la 01:30 horas, el Aviso A.R.A "Alférez Sobral", fue atacado por 2 helicópteros de la Royal Navy. Un primer misil le destruye un bote, pero el segundo impacta en el puente de comando matando de inmediato a su comandante y parte de la tripulación.

A partir de ese momento, el Segundo Comandante, Teniente de Navío, Sergio Bazán, herido en una pierna por una esquirla, se hizo cargo de una nave en llamas, casi sin balsas sanas, con los elementos de navegación y comunicación destruidos, y con la posibilidad de ser atacados otra vez. En esas condiciones precarias y luego de hacer una maniobra faraónica con el timón (Timón de fortuna), para tener el gobierno de la embarcación, logró alcanzar la costa de Santa Cruz para luego navegar hasta Puerto Deseado.

En el trayecto, Fondevila Sancet, había recuperado una radio de emergencia y le había dado aviso al Teniente Bazán de esa novedad. Con ella se había emitido un mensaje, sin saber si lo habían escuchado. "Un cabo tenía una radio y estaba escuchando una radio de Comodoro o Puerto Deseado y en un momento, en esa radio dicen 'para Gómez Roca, hemos recibido su mensaje'", contó Fondevila Sancet. Ante el asombro de todos, por haberse enterado que el mensaje había sido escuchado, en esas cubiertas grises del pequeño gran buque, reinó una alegría general indescriptible. El Estado Mayor Conjunto daba aviso que el buque había sido atacado, pero venía navegando por sus propios medios. El 5 de mayo amarró en horas de la noche en el muelle de Puerto Deseado. Desde hace mucho tiempo que, el nombre de esa localidad santacruceña había tenido tanta significancia.

El 23 de mayo el Aviso Sobral llegó remolcado a Puerto Belgrano, donde el Arsenal Naval reconstruyó su puente. Luego el buque comenzó nuevamente a prestar servicios para la Armada Argentina. Fue destinado a la ciudad de Ushuaia y luego fue trasladado a Mar del Plata.

Los muertos en el combate fueron:

Capitán de Corbeta Sergio Raúl Gómez Roca (Comandante).

Guardiamarina Claudio Olivieri.

Cabo Principal Mario Alancay.

Cabo Segundo Daniel Tonina.

Cabo Segundo Sergio Medina.

Cabo Segundo Ernesto del Monte.

Marinero Primero Héctor Dufrechou.

Conscripto Roberto D'Errico.

Los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina que fueron derribados nunca pudieron ser hallados.

Mi historia personal con el Aviso A.R.A "Alférez Sobral"

"Corría diciembre de 1977 cuando egresé de la Escuela de Suboficiales. Con tan solo 16 años, fui destinado al Aviso Sobral que se encontraba en la ciudad de Ushuaia. Fue mi primera Unidad de Combate. Eran tiempos difíciles, eran los tiempos del Canal de Beagle. En el Sobral, mi rol en combate, era ayudante de la Ametralladora 20 mm antiaérea de Babor", contó Juan Carlos Arcando.

"En 1982 después de quedar mal herido en combate, el Aviso Sobral, me vuelvo a reencontrar con el mismo en mayo 1982 en Puerto Deseado, Santa Cruz. En mi caso era parte de la Dotación de Aviso A.R.A "Comandante General Irigoyen". Fue muy triste para mi verlo herido al Sobral amarrado al lado del otro Patacho, el Aviso ARA "Somellera", (en la jerga naval se les dicen Patacho a los Avisos), en el muelle de Puerto Deseado", dijo.

"El reencuentro fue solo de horas, porque nuestra unidad debía reemplazar a ambos Avisos en la misión que tenían en el Atlántico Sur, entre el continente y las Islas Malvinas, que eran buques balizas de los aviones que incursionaron en las Malvinas. Recuerdo que esas horas en Deseado amarramos al lado del Buque ARA "San Antonio", concluyó.

Hay más historias sobre las cubiertas del "Sobral", que durante la Guerra de Malvinas llevaba cerca de medio centenar de marinos a bordo y donde cada cual cumplía un rol de acuerdo a su especialización. Casi 50 marinos que volvieron a amarrar en un puerto seguro, luego de navegar con su dotación diezmada, su puente de comando inutilizado, sin cartas de navegación y con un mar difícil de surcar. Hoy honramos y recordamos la epopeya del Sobral, brindando gloria y honor a sus tripulantes.