Los recicladores marplatenses acordaron un protocolo de trabajo y denuncian que no se cumplió

Los trabajadores afectados desistieron con un nuevo acampe en el basural, para garantizar la recolección de residuos durante la pandemia, pero reclaman auxilio de las autoridades municipales.

Los recicladores marplatenses acordaron un protocolo de trabajo y denuncian que no se cumplió (Foto: Ahora Mar del Plata)
Los recicladores marplatenses acordaron un protocolo de trabajo y denuncian que no se cumplió (Foto: Ahora Mar del Plata)

Los cientos de recicladores informales de Mar del Plata que acordaron un protocolo de trabajo con la Municipalidad de General Pueyrredon y la empresa Ceamse, denuncian que no se cumplieron las condiciones de trabajo y que "no hay bolsas de basura" en su lugar de trabajo. El reclamos de los 500 recicladores se da en una seguidilla de manifestaciones que incluyeron acampes en el predio de disposición final de residuos.

A pesar de los cuestionamientos, los recicladores desistieron con un nuevo acampe en el basural, para garantizar la recolección de residuos durante la pandemia, pero reclaman auxilio de las autoridades municipales y la empresa con sede en la Capital Federal.

Martín Romero, uno de los referentes de los recicladores, enumeró los reclamos al sitio Ahora Mar del Plata y responsabilizó a Ceamse porque "no baja la basura".

"No tenemos ni para comer cuando hacemos los cortes. Es mate y un pedazo de pan", describió el vocero de los manifestantes.

"Si no tengo para comer, cómo voy a hacer para comprarme indumentaria para trabajar. No nos dan nada. Tengo una impotencia terrible", razonó Romero.

El conflicto alcanzó trascendencia nacional tras los dichos del dirigente Juan Grabois, que hizo un posteo en sus redes sociales solidarizándose con el reclamo de los recicladores. "Yo los felicito de corazón y me enorgullece luchar con ustedes", expresó el fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).

En el video pueden ver a nuestros compas bancando la parada con los trabajadores y trabajadoras del basural de Mar del Plata. Durante 5 días hicieron un acampe a modo de protesta, pidiendo volver a trabajar con un adecuado protocolo sanitario. Yo los felicito de corazón y me enorgullece luchar con ustedes. Mi única lealtad es con ustedes y con el programa de las tres T. Además, tienen razón. El reciclado es un servicio esencial. Lo que no es esencial son, por ejemplo, los peajes. Es lo “no esencial” por definición. Levantar una barrera y cobrar. Es puro lucro ¿por qué se habilita esta actividad y no el reciclado? Con todo, estos compañeros, si les cubrieran su sueldo, el sueldo que se ganan reciclando, no quisieran volver al trabajo todavía. A mí no me gusta ver a los compas en la calle. Verlos a veces amuchados en una asamblea o sin barbijo. Pero los entiendo. Sé que esto se va a repetir si algunos no reaccionan. Esto es independiente de la voluntad de los dirigentes. A todos nos preocupa el contagio del virus, sobre todo a los más pobres, pero ante la insuficiente asistencia, a los pobres no les queda otra alternativa que volver a trabajar para poder subsistir. A los compañeros nuestros no les pagan el sueldo como a los CEOs. Con suerte algunos tienen un salario social de 8500 pesos que YA NO VALE NADA. ¿Cómo no luchar porque les aumenten o los incluyan en la IFE? Esto es lo que cobra desde el cartonero que está sin laburar hasta la cocinera que está 8 horas por día bancando la trinchera más difícil. Nos calienta mucho que la buena onda de los funcionarios no se traduzca en mejoras concretas para todos ellos. Muchos cartoneros, vendedores, trabajadores de la economía popular están rascando la olla literalmente. Resisten por los comedores. El mango se lo tienen que ganar en el día a día. No todos han cobrado la IFE. La verdad da mucha bronca esta injusticia. Nadie quiere exponerse al contagio, pero si la comida no llega, si la asistencia no cubre a todos, van a ir incrementándose los conflictos. Por ejemplo, las familais que por algún motivo ya no tienen AUH, no han entrado casi ninguna en programas de asistencia. Los trabajadores pobres en blanco, como los auxiliares de enfermería, que cobran menos de 25mil pesos, tampoco. Dicho esto, quiero trasmitir lo que me dicen los compañeros en cada comedor, cada merendero, cada conversación. QUEREMOS QUE LA CUARENTEA SIGA AL MENOS UN TIEMPO MÁS. El pueblo pobre es SABIO. Aunque sufra necesidades, pone por encima la vida. Aunque tenga que vivir del comedor y está privado de ganarse el mango porque no puede cartonear, cortar el pasto, chaguear, vender en la feria, prefiere resistir en una suerte de economía de guerra. APOYAMOS LA CONTINUIDAD DE LA CUARENTENA Y TODAS LAS MEDIDAS QUE RECOMIENDEN LOS EXPERTOS PARA PRESERVAR LA SALUD. Pero esto tiene que ser con MÁS Y MEJOR ASISTENCIA PARA LOS TRABAJADORES Y LOS HUMILDES, MENOS PRIVILEGIOS PARA LOS SECTORES ECONÓMICOS CONCENTRADOS. Personalmente yo apoyé y sigo apoyando al gobierno. Si me hacen una encuesta, me preguntan: usted aprueba la gestión de Fernández? Digo SI, sin dudarlo. Todavía me siento parte del FRENTE DE TODOS. Creo en Alberto. Pero acá hay situaciones que no van; y si, así como los petroleros presionan, los CEOs presionan, los politiqueros presionan, los banqueros presionan, los buitres presionan, NOSOTROS TENEMOS QUE PRESIONAR. Es INDIGNANTE que los grupos económicos quieran utilizar las situaciones límite como excusa para liberar otros sectores que no son esenciales u obtener prebendas y subsidios ilegítimos del Estado. El barril criollo, por ejemplo. ¿Cómo puede ser que pongamos un precio más alto que el mercado para sostener las ganancias petroleras? ¿Los petroleros no tienen plata para sostener sus empresas? ¿Cómo puede ser que cuando hay mucha demanda los precios suben como ellos quieren y cuando hay poca demanda y tienen sobre-stock, les sostenemos el precio? Parece joda. ¿Saben por qué logran eso? Porque tienen más capacidad de presión que los pobres y porque ponen a los trabajadores como rehenes, muchas veces con complicidades sindicales. Que no nos engañen, los que quieren una apertura rápida e indiscriminada son los sectores del poder económico, aquellos que aun teniendo espalda, aun habiendo sido de los pocos beneficiados con el gobierno anterior, no están dispuestos a ceder un centavo en pos del bien común. No están dispuestos a perder ni con una pandemia. Hay muchísimas empresas, sobre todo PyMES, que no pueden sostener los salarios después de dos meses de inactividad… pero me van a decir que las grandes, las multinacionales, las que siempre ganan, ¿no pueden pagar dos meses de salarios? ¿Que el grupo Clarín no puede? Y encima que el Estado les regala plata, porque no es un préstamo sino un subsidio, siguen presionando para abrir la economía en perjuicio de la gente. NO SE LE PUEDE REGALAR UN CENTAVO MÁS A ESTAS EMPRESAS QUE ADEMÁS BOICOTEAN LA POLÍTICA SANITARIA, QUE SE SUBEN A LA CAMPAÑA COLONIAL-GORILA CONTRA CARRILLO (QUE ES CONTRA EL MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR EN SU CONJUNTO), QUE PUJAN POR LA APERTURA INDISCRIMINADA QUE GENERÓ 100.000 MUERTOS EN EEUU Y 22 MIL EN BRASIL PORQUE LOS GOBIERNOS DE ESOS PAISES NO LES IMPORTA LA VIDA, SOLO LA PLATA Y LA EOCNOMÍA DE DESCARTE. COMO PUEDE SER QUE SE LE TRANSFIERAN MILLONES DE PESOS PÁRA CUBRIR COSTOS SALARIALES Y QUE A LOS COMPAÑEROS DE LA ECONOMÍA POPULAR LE SIGAN PAGANDO 8.500 MISERABLES PESOS. Los pobres, los trabajadores, no se dejan engañar. No quieren que la peste entre a los barrios y como la parca se lleve la vida de miles. Hay quienes no les importan. Hay quienes incluso quieren que haya un exterminio para “sanear las cuentas”. El Pueblo no. El Pueblo resiste. El Pueblo banca la cuarentena, aun los que más sufren, aún los que no pueden cumplira, quisiera cumplirla y eso no es poco. Sin embargo, para sostener esta resistencia heroica de nuestro pueblo, que día a día pone el cuerpo y el corazón en la trinchera del barrio, es necesario ampliar y mejorar fuertemente las políticas de asistencia y el salario social complementario: que no falten los alimentos, que funcionen los centros barriales de salud, servicios públicos esenciales como las oficinas de ANSES, Acceso a la Justicia, SEDRONAR, y otras, que se aumente el salario social. Empezar por los últimos no es un slogan, debe ser el criterio que se imponga en todas las decisiones. Los últimos, los del medio, no los de arriba ni los de afuera.

Posted by Juan Grabois on Sunday, May 24, 2020

Otros reclamos de los recicladores es que la basura de los grandes supermercados "la tapan y no llegan al playón de reciclado".

"Están ensañados con nosotros. ¿Por qué tenemos que pagar siempre los más débiles?", se preguntó Romero, quien no descarta nuevas medidas de fuerza para la semana próxima.