Fabián, el 'profe' que lee libros a domicilio a aquellas personas que no pueden hacerlo

Hoy trabaja con dos adultos mayores: uno de ellos tuvo en ACV y no puede disfrutar de su gran placer que es la lectura.

Fabián Almonacid (47) realiza lecturas a domicilio para aquellos que por alguna razón no pueden leer. La idea surgió a partir de su labor como coordinador de talleres literarios en la biblioteca popular de Chacras de Coria, en Casa Colmena.

"Trabajo con dos personas por ahora. Ambos son adultos mayores. Uno me convocó porque hace unos años tuvo un ACV (Accidente Cerebro Vascular) y no puede leer aunque le encantaba hacerlo. El otro no tiene ninguna enfermedad, pero le cuesta leer y se cansa muy rápido", contó Fabián a Diario Los Andes.

Es licenciado en Letras, fue profesor de secundaria, corrector en algunos medios de comunicación y actualmente se dedica a la coordinación de talleres literarios. Ahora, ofrece este servicio que para algunos es indispensable.

Para Fabián, una vez que su servicio de lectura a domicilio se hizo conocida entre sus contactos, lo que más le sorprendió es que muchas personas se ofrecieron como voluntarias.

"Creo que la literatura es un lugar donde lo terapéutico está en juego porque se coloca allí lo que se vive, se siente, se sufre o desea”, consideró Fabián.
"Creo que la literatura es un lugar donde lo terapéutico está en juego porque se coloca allí lo que se vive, se siente, se sufre o desea”, consideró Fabián.

​Gracias a la cantidad de voluntarios que se ofrecieron - unos diez- está pensando en hacer un grupo de lectores para realizar visitas cada dos meses a hospitales o geriátricos.

"Semanalmente me junto con estas personas que lo necesitan. Yo considero que es un espacio terapéutico de una hora y media como máximo. Aunque no soy psicólogo creo que la literatura es un lugar donde lo terapéutico está en juego porque se coloca allí lo que se vive, se siente, se sufre o desea", consideró el profesor.

Fabián admite que es un proyecto que puede resultar extraño, porque es difícil confiar en un desconocido y abrirle las puertas de su casa. Sin embargo, cree que con el tiempo se irá ganando la confianza de otras personas para ir ampliando su público de oyentes.

En Europa y otros países de Latinoamérica esta actividad ha generado miles de adeptos. En países como Chile o Uruguay ya hay personas que están realizando esta actividad, destinada sobre todo a adultos mayores.