Hizo un "willy" en la escuela, se quebró y la DGE debe pagarle $40.000

La indemnización es el daño moral. Al momento del incidente, el chico tenía 12 años. Su familia pedía cerca de $240.000.

Willy
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La Dirección General de Escuelas de Mendoza deberá indemnizar a un alumno que en 2015 -mientras esperaba la calse de Educación Física en un colegio de El Algarrobal- hizo un "willy" con su bicicleta, se cayó y se quebró. Si bien la familia del menor hizo una demanda por aproximadamente 240.000 pesos, la DGE deberá pagar $40.000.

En 2015, el chico tenía 12 años ​y cursaba séptimo grado. Estaba junto a sus compañeros en el patio de la escuela y fue hasta el lugar donde estacionaban las biciletas. Agarró la suya e hizo la maniobra de dejar la rueda delantera en el aire y quedar apoyado en la trasera. Le salió mal, se cayó y se quebró la tibia y el peroné de la pierna izquierda.

Inmediatamente fue asistido por la maestra, el prfesor de gimnasia y otro docente. Llamaron a la ambulancia y lo trasladaron al hospital Humberto Notti. ​

La familia del chico demandó a la DGE y solicitó la suma de 199.400 pesos por incapacidad del 12% y de $40.000 y por daño moral. Tanto la aseguradora del colegio como la DGE reclazaron el planteo. La primera porque conseideró que "el hecho se produce por accionar, maniobra o pirueta del menor, por culpa exclusiva de la víctima"; mientras que desde el organismo gubernamental dijeron que "el hecho se produjo por el accionar propio del alumno, no existiendo falta de vigilancia de la autoridad escolar", informa Diario Los Andes.

Ante ese panorama, un juez de primera instancia desestimó el caso sosteniendo que el alumno "perdió el equilibrio solo y que el incidente no fue ni durante la clase ni durante el recreo. Fue por un hecho totalmente súbito del alumno, lo que debe ser reputado como inevitable para quienes se hallaban en lugar por su custodia".

No obstante, un fallo reciente de la Cámara de Apelaciones Civil opinó distinto, diferenciando un hecho súbito, de uno fortuito, es decir el que no ha podido preverse, o que previsto, no ha podido evitarse. Un hecho fortuito en escuelas puede ser, por ejemplo, un automóvil que, circulando por la vía pública, se despista e ingresa al edificio escolar.