El aeropuerto de Mendoza sumó un detector de rayos

Brindarán más seguridad a las aeronaves con la incorporación de un nuevo detector de descargas atmosféricas.

El aeropuerto de Mendoza  incorporó un nuevo detector de descargas atmosféricas.
El aeropuerto de Mendoza incorporó un nuevo detector de descargas atmosféricas.

El aeropuerto Francisco Gabrielli de Mendoza incorporó un nuevo detector de descargas atmosféricas para brindar más seguridad a las aeronaves. El sistema informa dónde se producen las descargas (con ubicación geográfica y margen de error menor a 175 metros).

Este sistema, alerta sobre la presencia de rayos que se producen, tanto entre nubes, como aquellos que tienen impacto en tierra.

Este sistema permitirá, a través del cruzamiento de información, obtener datos para precisar el tiempo y la distancia en la que se aproxima una tormenta eléctrica.
Este sistema permitirá, a través del cruzamiento de información, obtener datos para precisar el tiempo y la distancia en la que se aproxima una tormenta eléctrica.

El nuevo equipamiento comenzó a funcionar en las estaciones de Buenos Aires de Aeroparque, El Palomar y Ezeiza cuando se pusieron en marcha los operativos de seguridad previos al G20, y luego también en Córdoba, Iguazú, Rosario, Salta, San Fernando y Tucumán. En total ya son 26 aeropuertos en todo el país que cuentan con esta tecnología.

El funcionamiento del sistema

El nuevo sistema emite una alertas de distintos color (amarilla y roja) según la distancia de la actividad eléctrica al aeropuerto. En el caso de que sea a menos de 5 kilómetros, además de avisar de manera automática al personal operativo, activa una sirena y luces estroboscópicas.

Además envía mensajes a correos electrónicos y SMS a celulares del personal operativo pre-seleccionado y con funciones dentro del predio. En caso de alerta amarilla se considera que la situación podría derivar en una alerta roja a corto plazo.

Si se detecta actividad eléctrica dentro de un radio de 5 km desde el aeropuerto, el sistema emite una alerta roja, también avisando al personal operativo, y activa sirena y luces estroboscópicas de alerta en las áreas operativas abiertas del aeródromo. Si transcurren 10 minutos sin registrarse otra actividad eléctrica, las alertas cesan y el sistema vuelve a quedar en vigilancia permanente.