Crearon un lago entre viñedos para practicar deportes acuáticos extremos

Buscan desarrollar el wakeboard pero tendrá zonas para otras actividades deportivas y de relax. El complejo lo idearon dos hermanos y está en Maipú.

Los hermanos Mailén y Germán Griffouliere. Foto Ignacio Blanco/Los Andes.
Los hermanos Mailén y Germán Griffouliere. Foto Ignacio Blanco/Los Andes. Foto: Ignacio Blanco

Practicar deportes acuáticos extremos en medio de una fincas repleta de viñedos, podría parecer imposible, sin embargo Germán Griffouliere y su hermana Mailén, lo hicieron realidad.

El Roble wake complex” es un proyecto familiar que demandó un esfuerzo de dos años y en enero abrirá sus puertas.

El complejo montado en la zona de Coquimbituo en Maipú, está ideado para la práctica del el wakeboard, un deporte que se realiza a través de un sistema de cable carril eléctrico, con un circuito de obstáculos en una laguna artificial de 220 metros de longitud.

Será para deportistas profesionales y nuevos interesados en descubrir un deporte que se presenta como una de las actividades con mayor crecimiento a nivel mundial.

Pero dentro del predio de ocho hectáreas también habrá espacios para otras actividades deportivas, esparcimiento y zonas de relax.

Es un lugar pensado para todas aquellas personas que les gusta el deporte, el aire libre, la buena comida y la adrenalina”, comentó Germán.

El complejo contará con parque acuático y deportivo, solarium, espacio para kayak, paddle, surf palestra de escalada, venta y alquiler de equipamiento náutico minipipe skate, senda de running, música, playas artificiales, bar y restaurante en espacios verdes preparados para coaching, outdoor, training team y building experiencial.

El proyecto prevé un beach bar “para hacernos olvidar la locura de la ciudad”, apuntaron sus dueños, y tendrá una oferta gastronómica variada.

Buscamos reproducir lugares costeros del sur de California y norte del Pacífico mexicano. Pensamos en un bar de estilo playero con impronta surfer, pero con un estilo propio”, contó Germán, con la aprobación de su hermana arquitecta.

En cuanto a las expectativas, Germán y Mailen están convencidos que el complejo “será un granito de arena para ampliar ese abanico de deportes al aire libre en Mendoza”.

La laguna está recubierta con membrana y será apta para principiantes y expertos. Allí podrán organizarse campeonatos.

*Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.