Dos arquitectos mendocinos diseñaron una bodega y ganaron el oro mundial

Gabriel Japaz y Pablo Guerra son los creativos que obtuvieron la distinción internacional por el diseño de la bodega Anaia Wines, que otorgan las Great Wines Capitals por la mejor arquitectura y paisajes.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

Anaia Wines, una bodega propiedad del empresario Osvaldo del Campo y de su esposa, la sommelier Patricia Serizola, ganó el oro mundial que otorga la asamblea de las GreatWine Capitals (GWC) por su diseño y paisaje. Fue diseñada por los arquitectos Gabriel Japaz y Pablo Guerra.

La construcción de la bodega, diseñada por los creativos Gabriel Japaz y Pablo Gerra, surge desde el centro mismo de la tierra: tiene paredes rugosas como si se hubiera cortado una porción de la montaña y se la hubiera utilizado para levantar un edificio de colores terrosos, que se amalgama con el paisaje.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

La asamblea que otorga elpremio internacional este año tuvo como sede, por segunda vez, a Mendoza. La bodega fue elegida primero como la mejor a nivel provincial a nivel turismo y luego ganó la premiación internacional.

Los creativos que idearon Anaia Wines, los arquitectos Gabriel Japaz y Pablo Guerra, son socios y compañeros de vida, ya que se conocen desde que eran muy niños y pertenecían al mismo club de rugby.

La idea primigenia de la bodega Anaia Wines: amalgama con el paisaje

“Es como si el edificio surgiera de la tierra misma, tal y como ocurre con el vino. Como un plegamiento tectónico, los taludes se derraman hacia los costados. El sentido no es solo urbanístico, sino que lo que se busca es la amalgama con el paisaje, con la vid, la tierra y la montaña”, explicó Japaz a al medio Diario Uno.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

Por este motivo, la paleta de colores elegida es la que identifica el paisaje de Mendoza: marrones, grises, terracotas, que se unen con el verde de los viñedos y terminan reunidos en un espejo de agua que hace de oasis.

Lo distintivo del diseño de Anaia Wines es que presenta taludes que generan una inercia térmica en el edificio y el verde amortigua el calor y se integra a la montaña, según explicaron.

Vista desde lejos, justo donde terminan los perfiles de la bodega, hay unos cerros. La amalgama con el paisaje es tal, que los cerros y los muros se encuentran integrados en una línea infinita.

El proceso creativo de los arquitectos de Anaia Wines

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

Lo que los arquitectos destacaron es que el hecho creativo fue un proceso. “Vinimos varias veces y la idea fue hacer algo muy integrado al paisaje, cuando pensábamos en esto, hacíamos hasta el gesto de integrarlo y surgió la idea de un edificio muy apaisado”, contaron.

Por otro lado, la casa debía estar separada de la bodega, por una situación de perspectiva. Es decir que, a una distancia suficiente entre los dos edificios, se puede apreciar el diseño.

“El marco que queríamos era el agua como centro, porque Mendoza es un oasis, y lo que buscábamos también era un homenaje al agua”, manifestó Japaz.

Pero como nada está puesto allí por causalidad, el reservorio de 15 millones de litros de agua no un capricho o un adorno, sino que es la base del riego por goteo con de los viñedos de Anaia Wines. Además, la tierra de los reservorios sirvió también para realizar los taludes.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

La idea de esta bodega como de otros proyectos que surgen del estudio Japaz - Guerra, no son raptos de inspiración poética, como lo cuenta Guerra.

Se trata de horas y horas de trabajo, de poner ideas sobre la mesa, discutirlas e intentar convencer al otro y hasta que ambos no están verdaderamente conformes con lo que ha surgido de este proceso, el proyecto no está terminado.

Por otra parte, los arquitectos tienen un concepto de que la estética y la funcionalidad no pueden moverse separadas. “El diseño del proceso industrial lo pensamos en forma lineal, para que funcione hacia adelante la cadena de producción. Lo primero que ingresa es el insumo, y sale el producto terminado por el otro extremo”, dijo Japaz.

Según explicó Guerra, “la idea del turismo es que en ese proceso esté en el medio, entonces el turista, desde el punto central, tiene la conexión con la montaña, con la casa y además, cuenta con la vista de todo el proceso”.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

En este sentido, el sector destinado al turismo está pensado para que pueda verse sin ingresar a la zona de fabricación. Desde los grandes ventanales del Hall de Turismo se puede apreciar el sector de laboratorio y, a su vez, el enólogo puede mirar hacia las viñas y hacia el sector de la nave industrial.

La casa de Anaia Wines, un mirador

La casa está ubicada frente a la bodega y según manifesó Guerra, la idea es que la gran galería de la casa, funcione como mirador, desde donde se aprecie como este edificio se amalgama con el paisaje.

“Esto es como una experiencia, se trata de eso, vivir la experiencia en las distintas situaciones de amaneceres, atardeceres, genera vivencias únicas para los turistas”, dijo.

Japaz y Guerra, un trabajo en equipo

Japaz y Guerra se conocen desde adolescentes, cuando jugaban al rugby en Los Tordos. Sin embargo, cada uno hizo su propio camino.

Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial.
Gabriel Japaz y Pablo Guerra, arquitectos y socios creativos que diseñaron Anaia Wines, la bodega que ganó el premio internacional oro mundial. Foto: Diario Uno

Japaz estudió arquitectura en Córdoba y Guerra en Mendoza. Con el tiempo hubo algunos encuentros para charlar sobre la posibilidad de formar una sociedad, debido a que ambos veían que sus estilos, ideas e intereses podían coincidir.

En 2014 la idea se concretó y Japaz puso su experiencia en bodegas mientras que Guerra se concentró en grandes edificios. El estudio no se dedica a construir, sino a idear los proyectos, pero trabajan con un gran equipo de gente.

El equipo para crear la bodega que ganó el oro mundial de las GCW estuvo compuesto por:

  • Dirección técnica: Gabriel Japaz
  • Instalaciones sanitarias: Gastón Rodriguez
  • Cálculo de estructura: Ingeniero Fernando Ferrer
  • Dirección de estructura: ingeniero Fernando Ferrer
  • Construcción: Santiago Monteverdi construcciones.
  • DirectorTécnico: Arquitecto Gastón Rodríguez
  • Instalaciones eléctricas: Joaquín López (Representante de Electromecánica Andina)
  • Instalaciones Termomecánicas: Ingeniero Sebastián Verdeslago, (Representante de ICASA)
  • Paisajismo: arquitectos Martín Balash y Sol Flamarique (Hualum)
  • Diseño de interiores: Luisa Yanzón (Responsable de Interiorismo del estudio Bórmida - Yanzón)