Un Chimeno vendía su guitarra porque se quedó sin trabajo y la solidaridad llamó a su puerta

Por la pandemia de coronavirus Los Chimeno dejaron de tocar, y Pío decidió entregar su instrumento para pagar deudas y darle de comer a sus hijas.

Pío Chimeno, uno de los integrantes de la banda de folclore Los Chimeno, fue de los tantos mendocinos golpeados económicamente por la pandemia de coronavirus, ya que no pudieron continuar con sus shows. Esto lo llevó a tomar la difícil decisión de vender su preciada guitarra, pero la vida le dio una gran sorpresa.

En marzo Ricardo, Juan Pío y Franco (Pacho) Chimeno, y su cuñado Pablo (Paclo) Calderón tuvieron que suspender sus presentaciones y las tan concurridas peñas. Además, se quedaron sin la posibilidad de hacer presentaciones por fin de año y en las vendimias.

Sin embargo, en la familia de Pío la situación era aún más compleja porque su pareja es maestra jardinera y también se quedó sin trabajo por las restricciones. Pasaron los meses y se quedaron sin ahorros, y las deudas y préstamos crecieron. Es por eso que, pese al dolor que le causaba, el músico decidió vender su guitarra, una Epiphone SST, la que lo acompañó durante gran parte de su carrera.

“Mi mujer es maestra jardinera y los dos nos quedamos sin trabajo y me quedé sin crédito en todos lados, mis hermanos me ayudaron hasta donde pudieron y por eso puse en venta la guitarra”, contó Pío acongojado a Los Andes.

Esa guitarra la tengo hace 15 años y me la compré con las primeras ganancias. Por eso me dolió publicarla… porque era mi viola”, dijo emocionado.

“La busqué, las busqué hasta que la encontré y me la compré porque tenía que ser ‘ese’ modelo” y esa guitarra era una electroacústica maciza con cuerdas de acero y que según Pío “tiene un sonido más dulce”.

Un regalo de la vida

Algo que le llegó aún más es que su pequeña hija lo vio llorr por su guitarra y le dijo que no la vendiera: “Cuando la publiqué lloraba como loco y me vio mi hija y dentro de su inocencia me decía que no la vendiera porque era mi guitarra y yo lloraba el doble porque no podía explicarle que lo hacía porque no teníamos más plata”.

Tras la publicación de la venta, el Chimeno recibió una gran cantidad de mensajes de apoyo ofreciéndole ayuda: “Después de que la publiqué me escribió mucha gente ofreciéndome trabajo, hasta me ofrecieron un auto para yo lo venda, me quede con la plata y que después se la devolvía. Una locura”.

Pero un día recibió el mensaje que no quería leer, alguien le quería comprar el instrumento: “Una persona me escribió a las 2 de la mañana por Facebook diciendo ‘tengo el efectivo, comunícate conmigo’ y no le contesté y después de meditarlo toda la noche y de darme cuenta que no me quedaba otra opción me levanté al otro día y le escribí. Automáticamente me respondió, me pidió el DNI para hacerme la transferencia, me transfirió el dinero de toque… cuando vi que me entró el dinero rompí en llanto porque dije ‘la vendí’ y me dolió mucho”.

Pero la historia no quedó ahí, sino que la vida le dio un regalo más grande: “Me pidió el número de teléfono y me llamó ahí nomás y cuando vi el número era larguísimo y cuando lo atendí me dijo que era de Estados Unidos. Ahí me puse peor porque pensé en todos los trámites que iba a tener que hacer para hacerle llegar la guitarra hasta allá y el dinero que me iba a salir hasta que me dijo: ‘te compro el instrumento, pero instantáneamente te lo regalo porque es tuyo’. No lo podía creer”.

La voz del otro lado del teléfono era de Víctor Vázquez, un mendocino oriundo de Guaymallén que vive en Dallas, y que vio la publicación en Facebook y decidió darle una mano.

Él me cuenta que ayuda a mucha gente y esta vez me tocó a mí”, cuenta Pío y señala “me dijo que nunca pierda la fe y ese es el mensaje que quiero transmitir porque yo la estaba pasando mal y nunca perdí la fe y así apareció Víctor”.

Vuelven las peñas de Los Chimeno

La historia de la guitarra tiene un final feliz, ya que este sábado Los Chimeno vuelven a los escenarios y será en el Teatro Mendoza y las entradas se pueden comprar en Entradaweb y tiene un valor de $400.

La cita es a las 21.30 (puntual) y la banda prometió que estarán “todos los temas nuevos que presentamos durante estos meses, además de clásicos de discos anteriores” y tendrá una extensión de una hora por eso ya prepararon un arsenal de canciones (20) para que todos disfruten.

“Cómo no van a poder bailar por los protocolos, la idea es que canten con nosotros”, asegura Pío.

En cuanto al futuro, aseguró que harán la temporada de verano en Mendoza: “Tenemos idea de hacer el verano acá por eso visitaremos todos los teatros de la provincia, que por suerte hay muchos, y podremos hacerlos cantar”.

Nota publicada por Rodrigo Olmedo

*Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.