El tierno pedido de un abuelo para su nieto que espera un trasplante de corazón

El pequeño entrerriano se encuentra con su familia en la Fundación Favaloro.

Benicio Gael Vipputo, un niño de Entre Ríos de 8 años que espera un trasplante de corazón.
Benicio Gael Vipputo, un niño de Entre Ríos de 8 años que espera un trasplante de corazón.

Benicio Gael Vipputo es un pequeño entrerriano de 8 años que se esta luchando por su vida. El niño necesita un trasplante de corazón y se encuentra en la lista de Emergencia Nacional del INCUCAI. Su abuelo hizo un pedido muy especial que conmovió a la comunidad, la que acompaña a la familia con cadenas de oraciones.

Benicio Gael Vipputo, un niño de Entre Ríos de 8 años que espera un trasplante de corazón.
Benicio Gael Vipputo, un niño de Entre Ríos de 8 años que espera un trasplante de corazón.

"Hija traeme a mi monito con los cachetes colorados y con esos ojos brillosos", contó Andrea, mamá de Benicio, al relatar al medio local El Once TV el particular pedido del abuelo. La mujer dio cuenta de la relación especial que tienen nieto y abuelo, por eso se vio emocionada con las palabras.

"Está agradecido con nuestro pueblo, San José de Feliciano por la solidaridad. Toda la semana van a su casa unas vecinas y rezan por Beni eso lo ayuda, le da fuerzas", relató Andrea, quién confesó que intenta no darle demasiada información a su padre debido a que es un hombre de edad avanzada (75).

Hermanos de Benicio Gael en la Fundación Favaloro.
Hermanos de Benicio Gael en la Fundación Favaloro.

"Hoy estoy bien porque pude estar todo el día con mi bebé. Lo llené de besos y caricias. . . muchasss. Le conté que el abuelo me llamó, que lo esperaba con un rico asado y me levantó sus cejas", continúo el relato Andrea. "Nuestra fe te va a sanar Beni y el día que me vuelvas abrazar sanaras automáticamente mi alma y ya nada de esto me dolerá". agregó conmovida.

La familia del pequeño es un gran apoyo en estos duros momentos, el niño se encuentra en a Fundación Favaloro junto a sus dos hermanos quienes intentan animarlo y hacerle más placentera la estadía. "Me encantaría que su infancia fuera otra. Que estemos de pesca, o en una plaza jugando pero la vida es así, durísima. Primero acompañamos a su papá y ahora a Beni. Pero a esta batalla la ganamos trabajando en equipo", concluyó.