Tras los primeros resultados en las provincias, ¿Javier Milei se consolida como candidato a presidente?

Uno de los grandes nombres que se esperan para estas elecciones es el de Javier Milei. El candidato libertario es una de las incógnitas que pone nerviosos tanto al Frente de Todos como a Juntos por el Cambio, en medio de encuestas que lo posicionan como tercera fuerza dentro del país.

El desafío de Milei: las reformas que propone el libertario encuentran un obstáculo en el Congreso

Sin embargo, el último fin de semana se midió el primer nombre “fuerte” dentro de la Libertad Avanza como es el de Martín Menem. El sobrino del expresidente y exgobernador sacó el 15% de los votos, quedando muy atrás de Ricardo Quintela, quien fue elegido como gobernador.

En ese sentido, empezaron las primeras preguntas sobre si Javier Milei es ¿una amenaza o una realidad? El dirigente libertario confía en que va a ser presidente venciendo a dos fuerzas mayoritarias como el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, que cuentan con armados provinciales.

La propia dirigencia de la Libertad Avanza señaló en un comunicado que se despegaban del resto de los candidatos provinciales, jugando una carta fuerte para las PASO de agosto, con el nombre de Milei como único estandarte. Lo cierto, es que son varios los analistas que sostienen que es importante tener armado en provincias claves como pueden ser Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe.

De hecho, en las últimas horas, surgió como información que Joaquín De la Torre, un hombre de Juntos por el Cambio, podría abrirse debido de la fuerza y acordar con el dirigente liberal para ser el nombre en la provincia de Buenos Aires.

“Yo trabajo todos los días para explicar a la gente que está cerca de Patricia (Bullrich) y de Milei la posibilidad de hacer en la provincia un frente a frente”, señaló el diputado en diálogo con Futurock, sobre la posibilidad de armar un espacio que tenga a Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza.

Lo cierto es que la propia Bullrich fue la que descartó la posibilidad después de los coqueteos que hizo el libertario para tener una PASO entre ellos.

Opinión. El desorden institucional acelera la crisis

De hecho, Roberto Chiti, director de Diagnóstico Político, señaló a Vía País semanas atrás que es “muy improbable” que los sectores más duros del PRO se puedan acercar al lineamiento de La Libertad Avanza después de un resultado adverso en las PASO. “No lo veo ni en Patricia Bullrich ni en un apoyo explícito de Macri. Creo que todos los principales referentes de Juntos se van a preservar esa unidad, salvo que ocurra alguna catástrofe interna”, agregó.

“En definitiva, no habría una ganancia presunta para ni para Bullrich ni para Macri, como los dos principales referentes del ala dura, de irse para el lado de Milei. No creo que ningún candidato de los principales del ala dura va a romper con la unidad de Juntos, porque las encuestas indican que el candidato liberal va creciendo”, cerró.

En ese sentido, una encuesta realizada por la consultora de Federico González en la provincia de Buenos Aires señaló que Milei es el candidato con el núcleo duro más amplio de votos con un número cercano al 20%, por encima de Cristina Kirchner (17,8%) y Bullrich (17,6%).

Sin embargo, estos números que emocionan a muchos de los seguidores de Mieli tienen la trampa de que son solo de candidatos y no de partidos. Ahí, la diferencia se amplía mucho más sobre el Frente de Todos con Massa o Scioli como en Juntos por el Cambio con nombres como Larreta, Morales o Pichetto.

Chile: la ultraderecha se impuso en las elecciones constituyentes y Milei lo celebró

De acuerdo a la consultora, la victoria si se toma esto en la provincia de Buenos Aires sería del oficialismo con el 30,4% de los votos, mientras que Juntos sacaría el 29,6%. Allí, es donde Milei empieza a jugar un papel importante de cara a un eventual balotaje entre las dos principales fuerzas.

La gran incógnita es ver qué pasará con los votos del candidato liberal en caso de no superar la primera vuelta. Sus dichos contra Rodríguez Larreta podrían a los libertarios en una eventual posición incómoda de tener que elegir entre uno de los “enemigos” o el candidato kirchnerista.