A 15 años de la última gran inundación de Rafaela

Durante 5 días cayeron 400 milímetros. Hubo 225 evacuados. ¿Qué obras se prometieron y cuáles se concretaron?

Inundación en Rafaela en 2007
Inundación en Rafaela en 2007 Foto: Diario La Opinión

Fueron horas de sorpresa y desesperación. Durante tres días, Rafaela -al igual que el resto de la Provincia- sufrió el azote de la naturaleza. El resultado: más de 400 milímetros en 5 días, más de la mitad de ellos, en un solo día.

El 27 de marzo, por la tarde, se había desatado una tormenta que dejó como saldo 32 mm y algunos árboles caídos (uno sobre un auto). La noticia, en realidad, pasó por Esperanza: piedras de gran tamaño habían azotado aquella ciudad.

Aquel 28 de marzo de 2007 fue excepcional: durante más de 8 horas casi en forma continuada -más piedras en la madrugada- se registró una precipitación estimada de 255 milímetros en nuestra ciudad, que sumada a las registradas en localidades y campos de la zona oeste que drenan hacia el este, derivó en varios barrios inundados.

Ese día hubo 225 evacuados en tres centros: 30 personas en el salón de usos múltiples del barrio Villa Podio, 120 en el CIC de Barrio Zazpe, 15 en el Güemes (llegó a funcionar también en la vecinal del Barrio Pizzurno y en la Sociedad Rural) y 60 autoevacuados en el Independencia, uno de los lugares más afectados junto con el Amancay. Varios sectores de la ciudad quedaron sin luz y se suspendieron las clases en Castellanos y Las Colonias. Se cortó el tránsito en las rutas 70 y 19.

Al día siguiente, el 29 de marzo, las precipitaciones continuaron y la paciencia de los vecinos del Amancay se agotó: cortaron la ruta 34, a 200 metros del ingreso al barrio 17 de Octubre. Los camiones se agolparon hasta casi la Terminal de Omnibus. Su reclamo era sencillo: querían que los funcionarios municipales respondieran por qué la obra de la refuncionalización de la ruta 34 evitaba el paso del agua del otro lado de la ruta, provocando que se inundara el sector. Todo se solucionó -tres horas después- cuando las retroexcavadoras profundizaron los desagües.

Los puentes sobre el arroyo Las Calaveras (sobre la 34) y el que permite el ingreso al Mora sufrieron las consecuencias, obligando a la interrupción del tránsito.

El Concejo Municipal, el 30 de marzo de 2007, aprobó una ordenanza declarando la situación de urgencia por 60 días y habilitando al Ejecutivo a utilizar partidas sin informar al Cuerpo Legislativo, para paliar la crisis.

El 1 de abril visitó la ciudad el Gobernador Jorge Obeid, quien dijo: “me pregunto cuál es la recurrencia de una lluvia de este tipo”. La respuesta llegó 10 años después, con los eventos climatológicos que vivimos en los últimos dos años: pasó a ser muy frecuente.

Este panorama tan desalentador no alteró el cronograma electoral: no se suspendió el cierre de listas en la capital provincial. Mientras tanto, mejoraba el panorama de Rafaela, pero aún quedaban 89 personas refugiadas.

Las promesas y las secuelas

Una vez que bajaron las aguas, comenzaron los anuncios: el intendente Perotti anuncio la suspensión de los tributos municipales como la tasa y contribución por mejoras sobre los inmuebles afectados (cerca del millar) en compensación por los daños materiales.

La preocupación fue el ingreso de una gran masa de agua de los campos. Se propusieron cinco soluciones:

  1. limpiar el Canal Oeste. Con periodicidad, lo licita la Municipalidad, junto con el Sur y el Norte.
  2. solicitar la concreción de la llamada “Variante Rafaela” –dado que la sobreelevación del terreno obraría como terraplén de defensa-. El anuncio sería que para abril estaría culminada. Pero no se ven avances en el puente de la ruta 70 que permitan imaginar que esto sea posible.
  3. la expropiación de tres terrenos para la construcción de lagunas de retardo, evitando un rápido ingreso de las aguas al Canal Sur. En estos días, se conoció la propuesta de un anteproyecto para realizar allí un Parque Regional en esas 66 ha.
  4. el entubado del del Canal Norte. Con demoras, se terminó la primera etapa con la gobernación de Antonio Bonfatti. Y recién en 2019 inauguraron la segunda, ya sobre el final de la era de Miguel Lifchitz.
  5. La pelea de fondo fue la continuidad de la obra de las del Canal Norte que llegó hasta la mesa de Mirtha Legrand. Después de muchas idas y vueltas, se terminaron.