Caso Benitez: condenaron a 21 años de prisión a Rodrigo Silva

La Justicia de Chaco condenó hoy a 21 años de prisión a Rodrigo Germán Silva por el crimen de la joven Maira Benítez, quien fue vista por última vez el 17 de diciembre de 2016 a la salida de un boliche de la localidad de Villa Ángela. Su cuerpo nunca fue encontrado, informaron fuentes judiciales.

Había cuatro personas juzgadas, pero la fiscal a cargo, Silvana Rinaldis sólo pidió que sea condenado a 21 años de prisión, Rodrigo Germán Silva por el delito de "homicidio simple", al alegar ante la Cámara del Crimen de la ciudad de Villa Ángela, Chaco.

Para los otros tres acusados, el padre de Silva, Catalino acusado de ser partícipe secundario del crimen, y Luis Coria, Gabriel Cáceres y Magdalena Ledesma acusados de encubrimiento, la fiscal solicitó la absolución. En tanto, Pablo Vianello, el abogado que representa a Antonia Morán, madre de Maira, solicitó en su alegato que se condene a Silva a la pena de prisión perpetua por femicidio.

"Existen numerosas pruebas para determinar que estamos ante un caso de femicidio", indicó el letrado ante los jueces de la Cámara del Crimen, a quienes también les solicitó condenas para el resto de los acusados.

El abogado Alfredo Masi, defensor particular de Rodrigo y de Catalino Silva reclamó la absolución de sus asistidos, al igual que la abogada María Cecilia Carauni, defensora oficial de Coria y de Ledesma y los abogados Heriberto Bordón y Daniel Garber, representantes legales de Cáceres.

El argumento de los defensores es que nunca fue hallado el cadáver de la joven desaparecida y desacreditaron las pruebas que se expusieron en las sucesivas audiencias realizadas desde el 18 de marzo pasado.

Benítez fue vista por última vez el viernes 17 de diciembre del 2016, cuando se dirigió a un boliche de la localidad de Villa Ángela, en Chaco y al no poder ingresar se quedó sentada en la puerta.

Según lo que lograron determinar los investigadores, en ese momento apareció un auto en el que se movilizaba un grupo de amigos y que, aparentemente, era conducido por Silva. Maira se subió al vehículo con intenciones de concurrir a otro boliche. Desde entonces no se supo nada más de la joven, quien al momento de desaparecer tenía una hija de 3 años.