La diputada Roxana Reyes habló sobre la vulnerabilidad del sistema sanitario provincial

La familia de Las Heras cuyos hijos gemelos murieron en el hospital "sufrió violación a los Derechos Humanos" expresó la legisladora nacional.

La violación a los Derechos Humanos que sufrió la familia de Las Heras puso al desnudo un sistema sanitario debilitado por falta de personal y de recursos materiales, y la ausencia total de la gobernadora, opinó la Diputada Nacional por Santa Cruz, Roxana Reyes.

"Ya advertimos la vulnerabilidad del sistema sanitario provincial, pero obligar a parir a una madre que previamente se había acercado cinco veces al hospital, en un baño público, no se justifica con nada".

Esta madre sufrió por parte del Estado violencia de todo tipo: institucional, obstétrica y de género" expresó la legisladora.

Y agregó "Tenemos una gobernadora que hoy está ausente. Ni tuvo la capacidad para contener a las víctimas; ni capacidad para brindar información oficial a todos los santacruceños.

Su silencio avala y consiente la violencia institucional desde las más altas esferas del Gobierno".

Los medios masivos de comunicación -tanto a nivel local como nacional- reflejaron la historia de esta familia de Las Heras seguramente porque el relato de los protagonistas es conmocionante y porque ese relato podría interpelar -cuando no concientizar y sensibilizar- a muchos ciudadanos. Tal vez porque también querían interpelar a la Gobernadora.

Lo cierto es que los medios cumplieron su misión: poner en circulación información socialmente relevante.

Además expresó que repudió el silencio de la gobernadora y exigió el inmediato esclarecimiento de los hechos y el apartamiento de sus funciones a cada actor implicado para evitar nuevas víctimas.

A su vez, también dijo "exijo que la gobernadora se expida sobre las denuncias relativas al desmantelamiento del área de pediatría del Hospital Regional de Río Gallegos, lo cual demuestra también la falta de inversión, la improvisación y un completo desinterés y abandono a la niñez.

El silencio no es salud ni respuesta “tácita”. Expresar nuestras opiniones y el diálogo público de cara a la ciudadanía son los caminos para tener una sociedad mejor, más justa e igualitaria.