Deportaron a búlgaro preso por "pescar" en cajeros automáticos

Martín Assenov fue condenado por vaciar cajas de ahorro. Retornó a su país por un trámite que lo permite una vez cumplido la mitad de la pena. 

Banco Macro de San Lorenzo y Entre Ríos de Rosario. (Street View)
Banco Macro de San Lorenzo y Entre Ríos de Rosario. (Street View)

Un ciudadano búlgaro, preso por estafas en cajeros automáticos, fue deportado al cumplimentar la mitad de su pena en el penal de Piñero. Una comitiva de gendarmes y personal de Migraciones lo escoltó hasta el aeropuerto y se convirtió en el primer extranjero que es expulsado de Rosario por la Justicia provincial.

El trámite fue consentido con el propio recluso, identificado como Martin Assenov, que dio por cumplidos los 3 años de prisión efectivos que había acordado el año pasado en un juicio abreviado.

El joven de 24 años había sido detenido una tarde de noviembre de 2017 cuando colocaba un dispositivo para trabar un cajero del Banco Macro en San Lorenzo al 1300. La maniobra fue advertida por un empleado de seguridad que avisó a la policía.

Personal de la Brigada Motorizada llegó al lugar, lo detuvo y además secuestró un "pescador", el artefacto utilizado para retener las tarjetas.

Assenov fue trasladado al penal de Piñero, donde se hizo amigo de un compañero de celda. Precisamente su compañero fue el encargado de contactar a su familia en su país de origen ya que no tiene parientes en Argentina.

De esta manera logró conseguir el dinero para costear el vuelo de regreso a Sofía, la capital de la República de Bulgaria. El 5 de julio pasado retornó a su tierra luegode estar un año y siete meses preso.

En agosto del año pasado, Assenov aceptó una condena a 3 años de prisión efectivo en el marco de un procedimiento abreviado. La pena fue acordada por el fiscal de Cibercrimen Matías Ocaris. La jueza penal Silvia Castelli convalidó esa sentencia tras constatar que Assenov estaba de acuerdo y aceptaba los delitos: estafas con tarjetas de débito que falsificaba a partir de la colocación de dispositivos en cajeros automáticos. Una técnica que se conoce como skimming.

Al búlgaro se le imputaron cuatro hechos. El primero ocurrido el 10 de noviembre de 2017. El joven ingresó a un cajero automático de Oroño al 200 y colocó un dispositivo en la boca de una máquina. Esto le permitió capturar datos de la banda magnética de una tarjeta de débito, información que luego grabó en una tarjeta apócrifa.

Con ese plástico falsificado otra persona no identificada realizó los días 12, 13 y 14 de enero de 2018 extracciones de dinero de cajeros automáticos de entidades bancarias de Rosario y Buenos Aires.

El segundo episodio fue el 11 de noviembre de 2017. Assenov realizó otra maniobra de captura de datos en un cajero automático de San Lorenzo al 1300. En este caso, además de copiar información de la banda magnética también colocó una microcámara para filmar a sus usuarios y así conseguir las claves de las víctimas.

Además, Assenov se hizo cargo de haber retenido elementos electrónicos para falsificar tarjetas de crédito y débito emitidas por entidades nacionales o extranjeras.

El cuarto hecho imputado fue por tener en su poder al menos seis tarjetas clonadas con bandas magnéticas y numeraciones escritas apócrifas.

La Fiscalía finalmente le imputó haber formado parte de una asociación ilícita destinada a cometer delitos no determinados en la ciudades de Rosario y Buenos Aires entre el 23 de octubre de 2017 y su detención al mes siguiente. Lo condenaron a tres años de prisión efectiva por siete delitos.

Sus abogados Juan Ubiedo y Joaquín Benay asumieron su defensa e inmediatamente comenzaron a completar los requisitos para el trámite que se conoce como "extrañamiento", previsto en el artículo 64 de la Ley de Migraciones. Esta norma habilita la salida del país de un extranjero condenado una vez que haya cumplido la mitad de la condena.

Un ejemplo de un caso que tuvo repercusión es el de Mario Vitette Sellanes, condenado como el cerebro del millonario "Robo del Siglo" al Banco Río de Acassuso.

El preso dio su consentimiento, a principios de julio finalmente viajó hacia Bulgaria y se convirtió en el primer extranjero que es expulsado de Rosario por la Justicia provincial.