Crimen del chofer Marcos Daloia en Rosario: 11 personas quedan en prisión preventiva

La Fiscalía afirma que los asesinos del colectivero fueron los mismos que atacaron a otro conductor el día anterior.

El empleado de la línea K falleció el domingo y el velatorio se realizó al día siguiente.
El empleado de la línea K falleció el domingo y el velatorio se realizó al día siguiente. Foto: Juan José García

La Justicia provincial ordenó este viernes la prisión preventiva de 11 personas por el encubrimiento agravado del crimen de Marcos Daloia (39). Todas fueron detenidas el día después del ataque al colectivero de la línea K, ya que tenían evidencia clave para atrapar a los autores materiales de uno de los homicidios más resonantes durante la última ola de violencia en Rosario.

El grupo de sospechosos había sido detenido la semana anterior en Nicaragua al 2200, unas 20 cuadras al sur del sitio donde balearon al chofer. El allanamiento pedido por un equipo especial de fiscales concluyó con el secuestro de la motocicleta que usó el tirador. La policía también encontró la ropa que vestía el agresor.

¿Cómo fue el asesinato del colectivero Marcos Daloia en Rosario?

Según la teoría del Ministerio Público de la Acusación (MPA), el asesino de Marcos Daloia fue un falso pasajero de la línea K. El delincuente se tomó el trolebús la tarde del jueves 7 de marzo en la esquina de Mendoza y Guatemala para viajar hacia el oeste, pero se bajó en la cuadra siguiente tras una acción atroz.

Cuando el chofer reanudó la marcha, el hombre que había ascendido segundos antes le disparó dos veces en el cráneo. El tirador se bajó en el cruce con calle México y salió corriendo hacia el sur alrededor de las 18.45. Después se subió a la Honda Twister de 250 cc que manejaba su cómplice y ambos continuaron la huida hasta el sitio donde los investigadores finalmente hallaron el vehículo.

El fiscal Patricio Saldutti sostiene que los delincuentes escondieron la motocicleta blanca con detalles rojos y también se cambiaron de vestimenta después del ataque. Mientras tanto, Daloia fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y el domingo siguiente.

Durante la audiencia en el Centro de Justicia Penal, el MPA denunció que ambas personas utilizaron la misma moto en un intento de homicidio de otro colectivero. El ataque ocurrió a las 23.53 del miércoles 6 de marzo, menos de 24 horas antes del crimen del chofer de la K.

El empleado de la empresa Movi falleció el 10 de marzo.
El empleado de la empresa Movi falleció el 10 de marzo. Foto: Camila Anahí Ferreyra

En este caso, los investigadores no encontraron material balístico porque la denuncia ingresó al día siguiente. El testimonio describe una acción similar para matar al conductor de la línea 122 roja en Cerrito y México, a cuatro cuadras del sitio donde asesinaron a Daloia.

El colectivero fue atacado la misma noche que mataron a Diego Celentano (32), un taxista ejecutado por dos falsos pasajeros en el extremo sudeste de Rosario. Los delincuentes se pusieron a la par del ómnibus por el lado derecho y dispararon tres o cuatro veces sin mediar palabra. Los proyectiles impactaron contra la carrocería del vehículo.

A continuación, la pareja de maleantes se adelantó al chofer e intentaron balearlo por el frente del coche, pero el arma de fuego no funcionó. Finalmente escaparon hacia el sur y doblaron hacia el oeste en contramano por calle Riobamba.

Primer imputado en la causa del crimen del taxista Diego Celentano

Durante la misma audiencia sobre el asesinato de Marcos Daloia, la jueza Paula Álvarez también ordenó la prisión preventiva de Raúl Justino Pereyra en Rosario. El imputado es el dueño de la línea de celular empleada para pedir el último viaje que hizo Diego Celentano antes de su muerte.

El titular del servicio de telefonía móvil fue denunciado como partícipe necesario de homicidio calificado por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego. Su número fue utilizado para comunicarse con la empresa Su Radio Móvil o Su Radio Taxi a través de Whatsapp.

A partir de ese contacto, Celentano pasó a buscar a dos personas por Lamadrid al 400. El trayecto fue corto y tuvo un final impensado: los falsos pasajeros le dispararon a la cabeza mientras estaba de espalda y murió en el acto.