Decía que era empresaria de la moda en Rosario y la condenaron por 14 estafas

Silvina Garrido se declaró culpable de haber engañado a quienes les ofrecía invertir en un negocio de carteras.

La mujer de 53 años se jactaba de que diseñaba los productos y luego los vendía.
La mujer de 53 años se jactaba de que diseñaba los productos y luego los vendía. Foto: Google Maps

Hace más de tres años, la foto de una mujer se viralizó en Rosario y derivó en una denuncia penal. La supuesta empresaria de la moda fue detenida entonces bajo sospecha de que les había robado casi un millón de pesos a su inversores y este miércoles la condenaron por 14 estafas ligadas al diseño de carteras.

La defensa de Silvina Garrido y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) acordaron una pena de 3 años de prisión condicional para el cierre de la causa antes del juicio oral y público. De esta manera, la imputada aceptó su responsabilidad por los delitos que le atribuyeron en julio de 2018, cuando quedó tras las rejas luego del descubrimiento del negocio falso de carteras.

Según la resolución dictada por el juez Mariano Aliau, la mujer de 53 años ofreció una reparación económica de 300.000 pesos a las víctimas de las estafas. El pago se realizará en cuotas y tiene prohibido acercarse a ellas o contactarlas durante un año.

En el mismo plazo, la falsa diseñadora deberá realizar trabajo comunitario durante 4 horas por semana. Así se cerró la investigación sobre estafa con ánimo de lucro en un caso que tuvo mucha repercusión por los escraches posteriores en redes sociales.

El caso tuvo repercusión en Facebook por los escraches de las víctimas. (Facebook)
El caso tuvo repercusión en Facebook por los escraches de las víctimas. (Facebook)

De acuerdo a la evidencia recabada por el MPA, Garrido realizó actividades ilegales entre 2015 y 2018. En primer lugar, se ganaba la confianza de las víctimas y las convencía de que era una exitosa diseñadora de carteras que luego vendía sus productos a firmas reconocidas.

Con esos antecedentes, la supuesta empresaria les ofrecía a otras personas que invirtieran en el negocio con la promesa de que cobrarían intereses altos. Los préstamos nunca fueron devueltos y eso derivó en las denuncias por las que estuvo detenida.