¿El sexo te provoca estrés?: Tal vez seas ansiosexual

Muchas personas sufren la disminución del deseo cuando se encuentran en situaciones agobiantes.

El estrés puede afectar a la vida sexual
El estrés puede afectar a la vida sexual

Muchas veces el sexo, que en principio debería ser un momento de placer, se vuelve un problema. Y es que en medio de situaciones estresantes laborales, familiares, con la pareja, encontrar un momento adecuado para mantener relaciones con otra persona puede no devenir naturalmente.

Es por ello que muchas personas pueden sentir ansiedad por distintos motivos. Algunos de los más comunes tienen que ver con el momento del sexo en sí, vinculados a, por ejemplo, tener una mal performance, sentirse presionados por llegar al orgasmo o demasiado preocupados por no complacer de la forma correcta a la pareja.

Pero también hay otras situaciones que tienen que ver con el estrés y el agobio frente al sexo y pueden ser situaciones ajenas al momento del hecho en sí. Es decir, las preocupaciones del día a día y el cansancio pueden provocar la falta de deseo.

Es claro que todas estas situaciones tienen un impacto negativo a la hora de disfrutar la vida sexual plenamente y que, en muchos de los casos, son emociones y pensamientos difíciles de exteriorizar con el entorno.

El estrés puede afectar a la vida sexual
El estrés puede afectar a la vida sexual

Es por ello que para conseguir combatir estos comportamientos, lo más importante es trabajar la forma en la que pensamos el sexo de una manera consciente. En principio se trata de conseguir encontrar momentos de tranquilidad y conexión con uno mismo para dejar fluir las propias sensaciones y apagar por un rato la mente.

También hay que entender que el deseo no es algo que "se prende" en un instante y que hay que trabajarlo con pequeños gestos, experiencias compartidas, el erotismo y el diálogo con la pareja.

En caso de que los pensamientos negativos vinculados al sexo continúen después de hacer este trabajo introspectivo y de diálogo de las emociones, lo más recomendable es una visita a un/a sexólogo/a profesional para poder disfrutar de una vida sexual plena.