Las cinco fobias más comunes entre los argentinos

Existen más de 250 reconocidas por la Organización Mundial de la Salud. Aquí, las más comunes en el país.

Las cinco fobias más comunes de los argentinos
Las cinco fobias más comunes de los argentinos

Ansiedad, fobias, TOC, bipolaridad o depresión: 1 de cada 3 argentinos mayor de 18 años presentó un trastorno de salud mental a lo largo de su vida. Así se desprende del primer Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, publicado en la revista científica Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology a comienzos de este año.

Mientras que los trastornos de ansiedad son la patología mental más común en el país, con un 16,4% de presencia en Argentina, también se reveló que cerca del 5% de la población mundial padece alguna fobia.

Es decir, una de cada 20 personas en el mundo hoy sufre alguna de las más de 250 fobias actualmente reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En tanto, en nuestro país, la Fundación Mental Argentina reveló que cerca del 8% de los habitantes consultó alguna vez a un especialista por algún tipo de fobia.

¿Cuáles son las fobias más usuales en la Argentina?

1- Claustrofobia: desde un ascensor hasta en su propia casa, el miedo a los espacios cerrados es una de las fobias más comunes.

2- Agorafobia: a los espacios abiertos. Los que la padecen no pueden concurrir a sitios en los que haya aglomeraciones o en los que el espacio sea "infinito".

El miedo a la concentración de gente es la segunda fobia más común entre los argentinos.
El miedo a la concentración de gente es la segunda fobia más común entre los argentinos.

3- Aerofobia: en Argentina, 1 de cada 5 personas tiene miedo a volar.

4- Amoxofobia: el miedo a manejar suele presentarse en personas que tienen pánico a la velocidad y a las autopistas.

5- Hipocondría: es el miedo a sufrir enfermedades y, en mayor medida, a morir.

Un dato poco conocido es que ciertos temores se repiten hasta en tres generaciones: es muy común que la abuela, la hija y la nieta tengan, por ejemplo, pánico a los gatos. Según explica el psiquiatra José Faccioli, jefe de Psiquiatría del Hospital Italiano de Buenos Aires, a estos casos se los llama fobias hereditarias: "No tienen ningún asidero genético, pero existen por la transferencia cultural, la transmisión de padres a hijos y la identificación con personas importantes en la vida de cada individuo".

Sin embargo, pese a estas estadísticas, para muchas personas ir al psiquiatra continúa significando "estar loco". Según remarcan los especialistas del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), esto trae aparejado todo un imaginario que va desde la reclusión hasta el chaleco de fuerza, ser apartado y olvidado por la sociedad.

"Muchos de ellos no lo pueden comentar ni siquiera con sus seres queridos", remarcan desde La Fundación Fobia Club, un grupo conformado por profesionales y grupos de pacientes que buscan una solución a los Trastornos de Ansiedad. Y agregan: "No queremos que quienes los sufren, permanezcan en el silencio y aislamiento por miedo al rechazo y la discriminación. La comprensión, la atención clínica y psicoterapéutica y la difusión deben ir de la mano para llegar al #StopEstigma".