Piden demoler la capilla de la UNSa: ¿acto de inclusión o de intolerancia?

Una opinión inclusiva.

Capilla de la UNSa, Salta
Capilla de la UNSa, Salta

Estudiantes de la Universidad Nacional de Salta manifestaron su rechazo a la histórica unión de la Iglesia con el Estado mediante una convocatoria de pañuelos naranjas en la cual, como símbolo de este pedido, se exigirá la demolición de la capilla que se encuentra en el predio universitario.

Hay muchos argumentos, que respaldan la medida, pero es necesario abrir la cabeza y pensar, ¿Qué daño irreparable puede generar una capilla en una universidad? ¿Acaso pedir su destrucción no es un acto de intolerancia?

Capilla de la UNSa, Salta
Capilla de la UNSa, Salta

Nos rasgamos las vestiduras pidiendo la inclusión y el respeto a la diversidad, incluso se intenta modificar la lengua española en pos de estas banderas, pero ¿eso no se aplica a la religión, cualquiera que sea? ¿Y la libertad de culto? A veces llama la atención como en pos de incluir, se termina discriminando y excluyendo a sectores que terminan pareciendo cada vez más pequeños y "étnicos", cuyas voces no quieren ser escuchadas, y terminan siendo susurros en un océano de gritos y reclamos.

Existe un cierto rechazo en nuestra sociedad, al catolicismo y al católico en sí. Hoy por hoy pareciera que el ser católico o ser parte de una de las grandes religiones, implica que las opiniones no tengan validez y sean descartadas por el supuesto opio que vela la mente de sus practicantes.

Hoy, el católico es considerado por muchos sectores como facho, homofóbico, xenofóbico, retrograda, y otros adjetivos y generalismos descalificantes que callan las voces y ahondan la grieta. El católico, como todos, es fundamentalmente persona y tiene derecho a creer y defender sus convicciones y sus templos, pero fundamentalmente tiene derecho a portar una opinión.

Una capilla o iglesia es un símbolo y centro de convocatoria para las personas que practican el catolicismo. A nadie se le obliga a participar de las misas o del culto en general, es una elección, como cualquier otra elección, ideológica, sexual, etc.

La capilla de la UNSa se construyó en su momento, en un contexto diferente al actual, y además de ser un templo de culto, su demolición  significaría un costo que probablemente se pague con el presupuesto universitario y en consecuencia, con la educación.

Son tiempos extraños estos en los que en el afán de incluir, quedan excluidos y marginados otros sectores, mas antiguos quizá, pero piedra fundamental en la personalidad de nuestra provincia.

No se le puede atribuir los errores de la Iglesia a lo largo del tiempo a los creyentes, y por eso y motivos políticos que rayan con el totalitarismo, exigir la destrucción de un templo católico.

Para finalizar, se pide a los estudiantes de la UNSa a favor de esta medida que apelen a la tolerancia que es tan fácil predicar, pero aparentemente, selectiva a la hora de aplicar. Se les pide que recuerden la tan nombrada inclusión, la tolerancia, la libertad de culto, y que convivan y acepten la diversidad que existe en la provincia, en el país, y en el mundo. ¿Por qué destruir, cuando se puede construir?