Caso Rosa Torino: “Las confesiones con el acusado siempre implicaban conversaciones de carácter sexual”

Manifestó la fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Belkien, en su alegato durante el juicio contra el sacerdote acusado de abuso sexual.

Agustín Rosa Torino declara en el juicio en su contra
Agustín Rosa Torino declara en el juicio en su contra Foto: Poder Judicial

Será un día clave en el juicio contra el sacerdote acusado de abuso sexual, Agustín Rosa Torino. Este jueves se conocerá la sentencia para el fundador de la congregación Discípulos de Jesús San Juan Bautista, quien el miércoles se declaró inocente y aseguró que es víctima de un complot por parte de los tres denunciantes. En su victimizante testimonio dijo que no pedirá perdón porque no cometió ningún delito.

En la jornada de este jueves, la fiscal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Belkie, expuso su alegato donde enumeró cada acto de abuso cometido por el acusado a las tres víctimas que lo llevaron al banquillo, la exmonja Valeria Zarza y los ex novicios Yair Gyurkovitz y Jonatan Alustiza. Recordamos que durante el juicio se multiplicaron los relatos de abuso en la voz de los testigos, que en su momento no se animaron a denunciarlo. “Los informes permiten sostener que los hechos denunciados ocurrieron y fueron cometidos por el acusado”, remarcó la fiscal.

El exsacerdote Agustín Rosa Torino enfrenta un juicio acusado de abuso sexual
El exsacerdote Agustín Rosa Torino enfrenta un juicio acusado de abuso sexual Foto: Viral

Los testimonios tanto de las víctimas como de los testigos coincidieron en que mientras vivían en la congregación religiosa permanecían aislados del mundo exterior, incluso les retenían los documentos. Algunos se escaparon, otros lo intentaron pero no lograron. En ese contexto sufrieron abusos. “La primera estrategia del acusado era alejar a las víctimas de sus familias. La segunda era el aislamiento total del mundo exterior. Luego, estaba el factor económico. Los hacia pasar por condiciones inhumanas de vida”, recalcó Simesen de Belkie.

Las confesiones con el acusado siempre implicaban conversaciones de carácter sexual. No se permitía a las víctimas o miembros confesarse con sacerdotes de otras congregaciones. Ninguna de las víctimas, tras las “revisiones” del imputado, fue llevado al médico. El acusado también invitó a miembros de la comunidad a dormir con él, teniendo el torso desnudo”, detalló la fiscal durante su alegato.